Siempre se piensa en Israel como destino principalmente religioso, y al no ser persona interesada en ninguna religión es lo que ha hecho que haya tardado tanto en visitar este país. Después de visitarlo, puedo afirmar que este país es mucho más que religión y puedo decir totalmente convencida eso de “NO JUZGUES UN PAÍS ANTES DE CONOCERLO”. La idea de que es un destino para el turismo religioso es absurda. Este país esconde una increíble diversidad, con fortificaciones de más de 3000 años de historia, desiertos increíbles, hermosas montañas, imponentes ruinas romanas, playas envidiables y ciudades con mucho pasado, pero también otras con mucho futuro. Israel me sorprendió bastante más de lo esperado. Independientemente de las ideas políticas o de las creencias religiosas que tengas, Israel es una experiencia vital.
Unas de las principales recomendaciones que daría a cualquiera, que se disponga a visitar este país, sería la de contratar los servicios de un guía. Esto no lo digo por defender mi profesión (como sabéis también soy guía de Europa), pero realmente (y a modo personal) sin un guía en este país te encontraras perdido y no me refiero a perdido en sentido literal de la palabra, sino históricamente. Es un país con muchísima historia, a veces estarás pisando o pasando por lugares mágicos que sólo percibirás con las explicaciones de un buen guía. Es el origen de dos de las grandes religiones monoteístas (judaísmo y cristianismo) y tierra sagrada para los musulmanes. Pero comenté al principio, no es necesario ser de ninguna religión para disfrutar de toda esta historia y de la energía que desprenden algunos lugares.

El viaje por Israel lo realice con otros 10 compañeros de profesión y grandes amigos. Para este recorrido decidimos contratar el servicio de autobús y guía en privado para nosotros. Tal vez se trate de la opción más caras para visitar Israel, ya que el servicio de chófer y guía estaba a nuestra disposición las 24 horas del día. Pero esto fue, sin duda, lo más acertado de todo el viaje y la clave para que nuestro viaje fuese diferente y 100% un éxito. Hicimos un recorrido de 9 días por todo el país. Al ser un país de reducido tamaño (22.145km²) es posible ver sus principales atractivos en tan poco tiempo. Aunque si puedes dedicarle un par de días más, podrás agregar a este itinerario la visita de Nazaret y el Lago de Tiberiades, que a nosotros no nos dio tiempo de conocer.
Al final de este blog te pongo algunos de las cosas que conviene tener en cuenta antes de viajar a Israel. Pero ahora me gustaría presentarse nuestro recorrido y todo lo que pudimos visitar durante estos 9 días.
ÍNDICE
Veníamos de recorrer Jordania y nos recogieron en la frontera de Allenby/King Hussein Bridge: Estos dos países son bastantes pequeños y muy fáciles de juntar para visitar de una sola vez en un recorrido de poco más de 15 días. Si quieres saber de Jordania, pincha aquí: JORDANIA; y para saber los trámites para cruzar de un país a otro, pincha: CRUZAR LA FRONTERA DE ISRAEL A JORDANIA
JERUSALÉN
Nuestros primeros 3 días en Israel se lo dedicamos a Jerusalén. Durante estos días visitamos lo principal de Jerusalén, desde el Monte de los Olivos a la Ciudad Viaja, con sus diferentes barrios; la Explanada de las Mezquitas donde la Cúpula de la Roca es la protagonista; el famoso Muro de las Lamentaciones; el Museo de Israel, el merado Mahane Yehuda y, por supuesto, la Iglesia del Santo Sepulcro.

Llegamos un viernes al atardecer, día en que da comienzo el Sabbat, por tanto, empezamos la visita introduciéndonos en plena festividad judía. Entrar en Jerusalén, justo cuando da comienzo el Sabbat, fue el momento más fascinante de todo nuestro viaje por Israel. Es el momento en el cual las calles se llenan de gente con sus mejores galas y todos con destino al muro de las Lamentaciones. Es increíble ver el bullicio, la fiesta y la pasión que se vive junto al muro de las Lamentaciones en estos momentos. Sin duda, comenzar así la visita puede ser la mejor carta de presentación de esta ciudad. Recorrimos una y otra vez sus calles, respirando su ambiente y observando cómo iba cambiando la vida a lo largo del día.

Si quieres hacerte una idea de todo lo que te espera en Jerusalén, visita mi entrada: Jerusalén en tres días. Para conocer si merece o no la pena visitar este país durante el Sabbat, échale un vistazo a: ¿VIAJAR EN SABBAT A ISRAEL?
BELÉN
Una de estas tardes que estuvimos en Jerusalén lo dedicamos a visitar la mítica localidad de Belén. A pesar de encontrarse a escasos 15 km de Jerusalén, la ciudad de Belén forma parte de los territorios palestinos. Por lo que si decidís visitarla te aconsejo eches un vistazo a mi entrada sobre TERRITORIOS PALESTINOS.
Es una ciudad con 3.400 años de antigüedad, reconocida como la cuna del cristianismo, el lugar donde nació Jesús y la capital de la Navidad. Pasamos sólo una tarde en esta ciudad palestina, por lo que aprovechamos al máximo para visitar los dos principales atractivos de la ciudad: La Iglesia de la Natividad y el Muro de la Vergüenza o de la Segregación.
Desde Jerusalén puedes ir a Belén en excursiones organizadas o privadas, o en transporte público. El bus número 21 que sale de la puerta de Damasco te deja directamente en la Iglesia de la Natividad. En las excursiones organizadas no se incluye parada en el muro, así que lo mejor es contratar un taxi o servicio de transporte privado que te lleve a Belén y poder dedicar el tiempo a lo que realmente más te interese, como hicimos nosotros.
Jerusalén – 4×4 en el desierto de Judea – Jericó – Mar Muerto – Masada
DESIERTO DE JUDEA
Este día abandonamos Jerusalén temprano para dirigirnos hacia el norte, dirección Jericó. Lo primero que hicimos este día sería una divertidísima excursión en 4×4 por el desierto de Judea con paisajes descomunales. El desierto de Judea es relativamente pequeño, pero contiene numerosos lugares históricos, monasterios y paisajes hermosos y únicos para visitar. Dimos un paseo en 4×4, de un par horas, por este insólito paraje lleno de montañas, riscos y grietas. En nuestro recorrido llegamos hasta un oasis, donde paramos para caminar y maravillarnos ante este espectacular paisaje. Este paseo fue más la experiencia y la aventura de polvo, botes y el disfrute de ver un paisaje tan árido y diferente.
A pesar de ser un desierto, no tiene nada que ver con las dunas de arena del Sahara o con el desierto de arena y rocas de Wadi Rum. Fue un momento muy divertido. Regresamos llenos de polvo y molidos por los botes, pero contentos para continuar nuestro camino hacia Jericó.
JERICÓ
Continuamos hasta Jericó en territorio Palestino. En esta ocasión nuestro guía si entró en Palestina, nos dijo que los controles eran menos exhaustivos que en Belén y que la zona de Jericó no era tan problemática para los israelís. Además, nos dijo que los guías eran bien recibidos allí, porque traían turistas. A pesar de volver a pasar el mismo cartel rojo donde se recuerda que los israelís tienen prohibida la entrada en territorios Palestinos, pasamos con nuestro guía israelí sin ningún problema. Llegamos hasta el funicular que nos llevó hasta el monte de las tentaciones y al Monasterio Qurantui. Este monasterio fue construido allí donde Jesús, según la Biblia, resistió a la tentación de Satán después de su ayuno de 40 días y 40 noches.

Esta ciudad es la más antigua del mundo habitada ininterrumpidamente con más de 10.000 años de historia. La ciudad en sí no tiene mucho que ofrecer. Lo principal es conocer el Monasterio de la Tentación o Monasterio Qurantui, donde se encuentra la cueva en la que Jesús pasó 40 días esquivando las tentaciones del Diablo. Para saber un poco más sobre Jericó, echa un vistazo a mi entrada: TERRITORIOS PALESTINOS y podrás encontrar más información sobre los principales atractivos de esta ciudad.
En el desierto de Judea hay varios monasterios como el que encontramos en Jericó. Monasterios construidos en los riscos y en las grietas de las rocas, creando pequeñas cámaras individuales y cúpulas para reunirse a orar. La mayoría de estos monasterios se construyeron durante época bizantina por una orden monástica conocida como Laura, que basaba su modo de vida en el aislamiento y la soledad.
MAR MUERTO – Ein Bokek
Desde Jericó tomamos la ruta 90 o ruta del Valle Jordán que atraviesa de Norte a Sur Cisjordania para dirigirnos hacía Ein Bokek. A poco de salir de Jericó pasamos por un sitio arqueológico llamado Qumrán, de gran importancia por el hallazgo de los manuscritos del Mar Muerto (1947) tan importantes para el judaísmo. No paramos aquí, pues estos rollos o manuscritos se encuentran hoy en el museo de Jerusalén que ya habíamos visitado durante nuestra estancia: JERUSALÉN EN TRES DÍAS.
Estos Manuscritos fueron encontrados por un niño pastor beduino en 1947 cuando iba en busca de una cabra extraviada. En total se hallaron unos 950 pergaminos y papiros dentro de 11 cuevas diferentes, al parecer, escritos durante el periodo del Segundo Tempo y los primeros tiempos de la cristiandad (200 a.C-68 d.C.). Muchos de ellos recogen relatos de cómo era la vida en Judea en tiempos de Jesús. La mayoría de estos manuscritos fueron escritos en hebreo y en arrameo y unos pocos en griego. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos, en aquellos años.
Al poco tiempo comenzamos al ver a nuestra izquierda el Mar Muerto. Es el punto más bajo de la tierra, encontrándose a 431 metros bajo el nivel del mar.
En la zona israelí, la zona más popular para bañarte es la playa de Ein Bokek. Hay varias playas públicas y gratuitas con vestuarios, baños y duchas. Nosotros estuvimos en Dead Sea Public Beach, que además de ser pública y gratuita, tiene unas instalaciones fantásticas. A pesar de haber estado ya en la parte jordana, volvimos a meternos en el agua y lo pasamos como enanos experimentando con la flotabilidad. Además, disfrutamos de un bonito atardecer en la playa de Ein Bokek. Para conocer más sobre el Mar Muerto, consejos para bañarte y si es mejor la zona jordana que la israelí, te aconsejo echar un vistazo a mi entrada: MAR MUERTO.

Masada – Mitzpe Ramón – Tel Aviv
MASADA
Este día dormimos en Masada Guest House, a los pies de la famosa fortaleza de Herodes, Masada. La fortaleza está prácticamente pegada al Mar Muerto, pero con la singularidad de estar en lo alto de una montaña en medio del desierto de Judea. Es un lugar que tuvo una gran importancia durante la Gran Revuelta Judía. Durante este periodo se convirtió en el refugio final de los judíos ante el sangriento asedio del Imperio Romano. La fortaleza se encuentra a unos 450 m de altura sobre la superficie del Mar Muerto (a 60 m sobre el nivel del mar) y las vistas desde lo alto son espectaculares, con el Mar muerto de fondo y las montañas de Jordania en el horizonte.
Nosotros optamos por subir, antes de la salida del sol, a pie, para ver el amanecer desde arriba. Subimos el famoso camino Snake Path que serpentea cuesta arriba durante 3,5 km. Es un camino que comienza desde el Masada Guest House, donde estábamos hospedados. Se debe empezar a subir una hora antes del amanecer, es decir sobre las 4:30 en junio o 5:30 en diciembre. El sendero comienza después de pasar una primera barrera, donde se debe pagar la entrada. Se trata de una subida constante y bastante pronunciada. El tramo final es de subir muchos escalones por lo que se hace un poco pesada la subida, pero se puede hacer sin problemas. Importante llevar agua y ropa de abrigo, pues cuando llegas arriba aún no ha amanecido y hace frío.

También se puede subir en teleférico, pero éste no abre hasta las 8 de la mañana y la verdad, que ver el amanecer desde lo alto merece la pena del esfuerzo. Además, la luz dorada que tiene Masada a primera hora de la mañana es maravillosa, como puedes ver en la segunda foto de aquí abajo. Nosotros subimos y bajamos por el Sanke Path (bajar te lleva tan sólo 30 minutos). Volvimos a subir en teleférico a las 8 en punto con el resto del grupo, que se había quedado durmiendo, y con nuestro guía Moisés para hacer la visita de la fortaleza.

A parte de las espectaculares vistas que se tienen desde lo alto, es imprescindible conocer la historia de esta fortaleza. Una de las cosas más fascinantes de todo nuestro recorrido por Israel fue, sin duda, conocer esta fortaleza y su historia de la mano de nuestro guía Moisés. Espectacular todo lo que Moisés nos pudo trasmitir durante las tres horas que estuvimos visitando Masada. Esta ciudad fue habitada durante décadas por judíos y crearon avanzados métodos de recogida y almacenamiento en cisterna de agua para auto-abastecerse. Este autoabastecimiento, tanto de agua como de alimentos con los huertos que poseían dentro de la fortaleza, fue lo que permitió que pudieran resistir durante tanto tiempo el asedio de las tropas del Imperio Romano, enviadas por el emperador Lucio Flavio Silva.
Durante la visita al complejo se pueden ver palacios construidos por el rey Herodes, edificaciones utilizadas por los zelotes judíos y, mucho más abajo, los restos de los campamentos de la X legión. Después de ver este complejo y ver su posición estratégica, se entiende que los romanos conmemoraran su victoria sobre los rebeldes de Judea construyendo el famoso arco de triunfo de Tito, que aún se puede ver en Roma. Masada es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2001. Personalmente, fue uno de los lugares que más me fascinaron de este país, tanto por su belleza paisajística como por su historia. En la foto, aquí abajo, se puede ver la posición estratégica de Masada y, si te fijas bien, el recorrido a pie del Snake Path.

Para bajar utilizamos el camino de la Roca Blanca o camino de la Rampa, en el lado oeste del parque. Este camino es sobre el cual fue construida la rampa de acceso que utilizó el ejército romano para el asalto final a la fortaleza. Primero habían establecido varios campamentos a los pies de la montaña, pero posteriormente construyeron una rampa de más de 100 metros. Los judíos viendo que la derrota era inminente decidieron emprender un suicidio colectivo. Para llevar a cabo este suicidio se hizo un sorteo, por el cual se escogieron 10 hombres para quitarle la vida al resto y finalmente, uno de ellos (elegido también a suertes) mató a los otros nueve y se dio muerte a sí mismo. Así, cuando las tropas romanas llegaron a Masada, se encontraron con un montón de cadáveres. ¿Increíble o no, su historia?
En la foto de abajo se puede percibir por donde fue construida esa rampa para el asedio de Masada.

La visita a esta fortaleza es indispensable en cualquier recorrido por Israel, ya sea por su espectacular emplazamiento o por su dramática historia. Te aconsejo empezar la visita lo antes posible. Cuando bajábamos, llegaban muchos grupos de estudiantes a Masada que ascendían por el camino de la Roca Blanca.
MITZPE RAMON
Desde Masada bajamos hacia el sur, atravesando el desierto de Néguev. Una zona de colinas rocosas y peladas y enormes barrancos. Por este desierto pasaba la ruta nabatea del incienso y las esencias, ruta que se extendía desde Yemen y Omán hasta la actual Arabia Saudí, Jordania (Petra), Israel y Gaza. Durante el periodo de los nabateos, que controlaban estas rutas de caravanas, florecieron ciudades como Avdat en el Néguev. De camino a Mitzpe Ramón, se pasa cerca de las ruinas de la ciudad de Avdat, situada a 650 m sobre el nivel del mar. Esta ciudad dominaba el desierto y era parada obligatoria para las caravanas de nabateos que iban de Petra al Mediterráneo en el siglo III a.C.
Nosotros no paramos, pues nos dirigimos directamente Mitzpe Ramon. Mitzpe Ramon es la ciudad donde está situado el mejor mirador de Makhtesh Ramon, el gran cañón de Israel con una inmensa brecha de 40 km de largo y hasta ocho de ancho y unos 300 m de profundidad. Las vistas a este cañón dejan sin aliento, la verdad que ninguno nos esperábamos esto. Mitzpe en hebreo significa «Punto de Observación». Aunque comúnmente se conoce como cráter, no se ha formado por el impacto de un meteorito o por una erupción volcánica, si no que se ha creado por la erosión a lo largo de miles de años.
Visitamos el centro de visitantes de Makhtesh Ramon, un museo que además de explicar sobre su fauna, su vegetación, tiene un interesante vídeo en una maqueta 3D que explica su formación. El museo es también un recuerdo al astronauta Israelí Ilan Ramon, que murió durante la lanzadera especial Columbia. No es un museo que sea demasiado interesante, pero si tienes tiempo suficiente se le puede echar un vistazo. Abre de 8.00 a 16.00 y el precio de la entrada es de 28ILS. El apellido original de Ilan era Wolferman. Pero, cuando se unió a la IAF (Fuerza Aérea Israelí), él cambió su apellido por el de Ramon.
Mitzpe Ramon es uno de los lugares más fascinante de Israel y donde, curiosamente, llegan pocos turistas. Después de haber estado aquí, creo que hubiera molado quedarse una noche en este lugar para haber explorado con calma este cráter bestial y haber hecho algún trekking por él. Mucha gente viene aquí para ver las estrellas, ya que es una zona con muy poca contaminación lumínica. Hubiera sido una maravilla poder disfrutar de una noche estrellada y haber recorrido alguno de los senderos que hay por este impresionante cañón. Lamentablemente desconocíamos completamente este cañón, si no hubiéramos planificado mejor nuestro recorrido para añadir una noche aquí. Creo que es un lugar único en el mundo y merece mucho la pena conocerlo mejor. Si alguna vez vuelvo a Israel este será uno de los lugares imprescindibles de volver a visitar.

Después de maravillarnos con el cañón de Makhtesh Ramon, comimos en el mismo pueblo de Mitzpe Ramon y continuamos este mismo día hasta Tel Aviv. Llegamos a Tel Aviv sobre las 8 de la noche y fuimos directamente a disfrutar de unas cervezas a la playa con los pies en la arena.
TEL AVIV
En Tel Aviv tuvimos nuestra base para las últimas 4 noches de nuestro recorrido por Israel. Dedicamos 2 días, el primero y el último, para conocer esta moderna y vibrante ciudad y un día para hacer una excursión a Cesarea, Haifa y Acre. Nuestro hotel estaba en la zona de las playas y tan solo 20 minutos a pie del casco histórico de Tel Aviv. Es una ciudad con mucho ambiente nocturno, por eso es conocida como «la ciudad que nunca duerme«, nada que ver con las ciudades del resto del país, influenciadas más por el tema religioso.
Tel Aviv es una ciudad moderna, ya que fue fundada por colonos judíos hace poco más de cien años. El primer día lo dedicamos para disfrutar de su más de 14 km de playas. Me sorprendió la belleza de sus playas, pero sobre todo lo limpia que estaban y sus aguas cristalinas. Y si hay algo que nos llamó a todos la atención, fue su gente. Las playas están llenas de gente joven en bañador con unos cuerpos increíbles, todos disfrutando del sol y sobre todo haciendo deporte. De verdad, que llama la atención lo guapo y atletas que son todos y se ve que se cuidan un montón, hay gente corriendo y haciendo deporte por todos lados.

Después de pasar todo el día en la playa, por la tarde fuimos a conocer el conjunto arquitectónico de estilo Bauhaus, que es Patrimonio de la Humanidad, y el mercado Carmel. Caminamos desde nuestro hotel (frente a Bograshov Beach) hasta el Allenby Street, y desde aquí pasando por Bialik Street, calle repleta de emblemáticos edificios de estilo Bauhaus, llegamos hasta Beit Ha’ir. Beit Ha’ir es un centro cultural con muestras temporales de fotografías y documentos históricos que visitamos. Pero lo que llama la atención fueron los hermosos edificios de esta zona. Esta parte de la ciudad es conocida como «Ciudad Blanca», debido a la cantidad de edificios estilo Bauhaus que aquí se encuentran, más que en cualquier otra ciudad del mundo. Estos edificios fueron construidos por arquitectos judíos de origen alemán que emigraron cuando el partido nazi llegó al poder en Alemania.

Desde aquí atravesamos el mercado Carmel, enclavado entre las desaliñadas calles del barrio Yemení. Es un mercado callejero, bullicioso y concurrido, donde poder adquirir desde ropa a accesorios de imitación, pero también donde los locales compran aceitunas, encurtidos, frutos secos, fruta, verduras, queso y pan. Desde el mercado caminamos hacia la mezquita de Hassan Bek, que, aunque no se puede visitar, estaba muy bonita al caer la luz de la tarde y comenzar a iluminarse. Esta mezquita es uno de los edificios antiguos mejor conservados de la ciudad. Fue erigida en 1916 por el gobernador otomano de Jaffa y utilizada por los francotiradores árabes durante la Guerra Árabe-Israelí de 1948, que disparaban desde su minarete. Desde aquí continuamos por todo el malecón, disfrutando de la puesta de sol, hasta Jaffa.
Mezquita de Hassan Bek Puesta de sol
Continuamos recorriendo el paseo marítimo hasta llegar a Jaffa, la antigua ciudad portuaria. Es la parte más antigua de Tel Aviv, tiene miles de años de historia y muchísimas referencias bíblicas. Merece la penar perderse por sus estrechas callejuelas de estilo árabe, llenas de galerías de arte. Si duda es una de las zonas más bonita de la ciudad y aunque la parte antigua no es muy extensa, merece la pena recorrerla con tiempo.
En nuestro primer paseo por la antigua Jaffa recorrimos algunas de sus calles para llegar hasta el puerto. Se trata de uno de los puertos más antiguos del mundo, ya mencionado en la Biblia (como «Joppa»). En la actualidad es un paseo lleno de bares y restaurantes de pescado. Te recomiendo cenar en Old Man & the Sea, es un restaurante de pescado con una enorme terraza asomada al mar. Lo común aquí es pedir pescado y marisco que viene acompañado por 20 platillos o «mezze» de aceitunas, berenjenas, croquetas, falafel, hummus, etc.

Nuestro segundo día en Tel Aviv recorrimos todo el malecón hasta llegar a Jaffa, parándonos a cada momento para observar la playa, las vistas a Jaffa y sobre todo la cantidad de gente bonita haciendo deporte por el malecón. Lo que se trata de un paseo de 20 minutos, nosotros tardamos más de hora y media con tantas paradas. Además, aprovechamos a sentarnos en una de las muchas terrazas que se encuentra en este paseo para seguir disfrutando de las maravillosas vistas de la ciudad y del Mar Mediterráneo.

Una vez en Jaffa, hicimos una ruta más planificada por este hermoso barrio, pasando por la Torre del Reloj, el Puente de los Deseos, la Fuente del Zodiaco, la mezquita Mahmoudiya, la iglesia de San Pedro y terminamos en el mercadillo de Jaffa, Jaffa’s Flea Market. Un mercadillo muy auténtico que se encuentra al sur de la torre del reloj, repleto de puestos callejeros de ropa, objetos y muebles vintage y de bares y restaurantes con muchísimo ambiente. Me encanto este mercadillo sobre todo por su ambiente, es un lugar que no te puedes perder en tu visita a Tel Aviv, es de lo más interesante de la ciudad. Atención porque los puestos cierran los sábados, pero el resto de los días permanecen abiertos sólo hasta las 15. Este mercadillo se encuentra


Excursión Cesarea – Haifa – Acre
Uno de los días que estuvimos en Tel Aviv lo dedicamos a hacer una excursión de día entero para conocer Cesarea, Haifa y Acre que se encuentra a poco más de dos horas desde Tel Aviv. Comenzamos el día visitando primero Cesarea, situada a 50 minutos en coche desde Tel Aviv.
CESAREA
Se trata de unas impresionantes ruinas de lo que en su día fue el puerto más grande de la costa este del Mar Mediterráneo. Además, aquí se encontraba la ciudad construida por Herodes el Grande en el Siglo I a.C. Tras la muerte de Herodes Cesarea Marítima, que en su apogeo llegó a tener 50.000 habitantes, se convirtió en la capital de la provincia romana de Judea. En esta ciudad vivió también Poncio Pilato del 26 al 36 d. C. Se cree que en Cesarea se iniciaron las tensiones religiosas que acabaron desembocando en la Primera Guerra Judeo-Romana (66-70 d.C), cuando los judíos, después de alzarse contra los romanos, fueron aplastados y expulsados de Jerusalén.
Entrando por la puerta sur, lo primero que te encuentras es un anfiteatro, que es probablemente la construcción mejor conservada de este yacimiento arqueológico. Aquí aún hoy en día se hacen conciertos y obras de teatro al aire libre. Al lado se encuentra la sala donde puedes asistir a la proyección de una breve película documental en 3D (esta película se repite cada 30 minutos). Junto al mar podrás ver los restos de lo que fue el palacio de Herodes. Pese a lo poco que queda de este palacio, uno se puede hacer una idea de lo que fue en su día. Al norte del palacio herodiano y pegado al mar, encontrarás la arena del hipódromo con 10.000 localidades que albergaba luchas de esclavos y prisioneros contra animales salvajes, y carreras de cuadrigas.

Atravesando el hipódromo se llega hasta las murallas construidas en época árabe y el yacimiento de una ciudad de los cruzados. La ciudad fue tomada por los árabes en el 640, más tarde pasó a manos de los cruzados y de vuelta a los musulmanes, y así hasta cuatro veces. Finalmente, la ciudad fue abandonada a su suerte y comenzó su deterioro. La mezquita y el minarete que se ven son del siglo XIX, cuando los turcos establecieron en el lugar a un grupo de refugiados de Bosnia que huían de la conquista de los austro-húngaros.
Una de las cosas más impactantes de este lugar son justamente las murallas bizantinas que bordean parte de la ciudad musulmana y las vistas que se obtienen desde ellas de la zona arqueológica. Se puede salir por la puerta norte, donde se encuentra la ciudad de los cruzados o volver a recorrer el hipódromo y salir por la misma puerta de entrada. La visita de Cesarea te llevará alrededor de dos horas, Abre todos los días de 8.00 a 16.00, excepto viernes que cierra una hora antes. La entrada completa es de 40ISL.

HAIFA
Desde aquí continuamos durante 30 minutos para llegar hasta Haifa. Haifa es una de las ciudades más grandes de Israel y el puerto marítimo más importante. El mayor atractivo de esta ciudad son los Jardines Bahaí en el Monte Carmelo. La ciudad es un ejemplo de convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos.
Los jardines Bahaí son una de las joyas de Israel. Se trata de los jardines colgantes más grandes del mundo y están catalogados como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Estos jardines han sido construidos en pendiente y diseñados en forma circular, destacan por sus 19 terrazas. Dentro de estos jardines se encuentra un templo de mármol con una cúpula dorada que es el mausoleo de Báb, el predecesor espiritual del principal profeta de la fe bahaí. Nosotros vimos los jardines sólo desde fuera, desde lo alto del monte Carmelo. Además de la vista a las hermosas terrazas y jardines bahaíes, también hay una perfecta panorámica de la ciudad de Haifa bañada por el Mediterráneo.
Para entrar en los jardines ha de ser a través del circuito gratuito de 45 minutos “Panorama Tour”, pero las plazas son limitadas y se asignan según el orden de llegada. Hay circuitos todos los días (excepto miércoles) a las 12.00 en inglés. Importante de llevar rodillas y hombros cubiertos, tanto hombres como mujeres para poder participar en estos tours. Lamentablemente esto es lo que nos pasó a nosotros, íbamos con pantalones cortos y no nos dejaron entrar, así que nos conformamos con las hermosas vistas desde el balcón – mirador en la calle Yefe Not Street.

¿Quieres conocer más sobre la fe de los bahaíes? Pincha en mi artículo LOS BAHAÍES para aprender más de esta religión.
En esta ciudad también visitamos el Monasterio carmelita de Stella Maris. Este monasterio es del siglo XIX y tiene unas magníficas vistas del Mediterráneo. No es que sea una visita imprescindible a no ser que seas muy religiosos y quieras conocer el lugar donde se originó la orden carmelita.
ACRE
Desde aquí continuamos a ACRE (Akko), una ciudad fortificada a orillas del Mediterráneo que vivió su época de mayor esplendor durante la época de Las Cruzadas. Realmente se tratan de dos ciudades en una. Bajo tierra, se esconde toda una auténtica ciudad cruzada con sus palacios y túneles secretos. Y en la superficie, bulle la ciudad actual con sus callejuelas llenas de vida donde árabes y judíos conviven en una aparente sintonía.
Nada más llegar a Acre, visitamos lo primero el centro de visitantes, situado al lado de la Fortaleza Hospitalaria. Aquí nos dieron mapa de la ciudad y pudimos asistir a un breve vídeo informativo sobre el pasado de Acre. En el quiosco de enfrente podéis comprar las entradas para los diferentes monumentos de la ciudad. Existe una entrada única para todos los monumentos por 64ILD, incluye: la Sala de los Caballeros, el Museo Okashi, el Túnel Templario, el Hamman y el Museo del Tesoro Amurallado. Nosotros compramos la entrada combinada, donde el Hamman no está incluido por 47ISL. Lo imprescindible de Acre son el Tunél de los Templarios y, por supuesto, la Ciudadela Hospitalaria o Sala de los Caballeros. Abre todos los días de 8:30 a 17:00, los viernes cierra una hora antes.
Con las entradas en la mano, fuimos a comer un rico Swarma cerca del bazar turco. Después de llenar la barriga, comenzamos a caminar, pasando por la Mezquita Al-Jazzar que destaca por su cúpula verde y un bonito patio decorado con las columnas traídas desde Cesarea. Continuamos paseo por sus callejuelas y su bazar turco, impregnado en olor a café y especies, donde podrás encontrar de todo, desde sandalias, faroles, pañuelos y ricos zumos de caña de azúcar.

La pequeña Acre o Akko en hebreo, es una de las ciudades más antiguas del mundo. Esta ciudad tiene un importante pasado templario que se aprecia visitando el túnel de los templarios y la fortaleza de la Orden de los Hospitalarios, la gran joya de Acre. Los caballeros templarios eran enviados por el Papa y los reyes europeos para recuperar los lugares santos del cristianismo de las manos de los musulmanes. Esta orden militar se asentó primero en el Monte del Templo, de ahí su nombre, hasta que Jerusalén fue conquistada por Saladino en 1187. A partir de este momento los templarios establecieron su sede en Acre.
Para conocer un poco más de la historia de los templarios merece la pena visitar el túnel de los templarios. Un pasadizo estratégico de 350 m de largo que atraviesan toda la ciudad y que conectaba la fortaleza principal de los templarios (Burj El Kishla) al puerto.
Recorrimos los túneles hasta el final y salimos al otro lado de la zona vieja, donde el mar azota fuerte, cerca del Burj El Kishla, conocido como fuerte británico. Desde aquí se pueden ver las impresionantes murallas de la ciudad de Acre, construidas, destruidas y reconstruidas por musulmanes, cruzados y mamelucos. Recorriendo diferentes callejones de la ciudad vieja, pasamos por el puerto, donde está el Caravasar Khan Al-Umda y la puerta del Mar, única puerta de entrada o salida que hubo a la ciudad hasta 1910. Desde el puerto vimos varios barcos que ofrecían paseos por el mar, lamentablemente no tuvimos tiempo para ello. Pero puedo imaginar que debe ser impresionante ver las imponentes murallas de Acre desde el mar. se pueden realizar paseos en barco regresamos hasta la Fortaleza Hospitalaria.

Regresamos callejeando hasta la Ciudadela Hospitalaria. Esta fortaleza es el monumento más impresionante de la ciudad de Acre. Fue construida por la Orden de los Caballeros Hospitalarios en los S. XII y XIII, y también usada como fortaleza otomana en los XVIII y XIX. Es impresionante pasear por sus salas de 8 metro de altura y sus bóvedas de cruz en piedra. Este complejo se construyó de dos a tres pisos alrededor de un patio central, que incluye secciones subterráneas: depósitos y un sistema de alcantarillado.
No todo el complejo fue excavado. Hasta la fecha, se ha excavado un área de aproximadamente 5.000 m². Al entrar puedes tomar un audio guía en español que te hará una visita inolvidable de esta fortaleza. Después de casi dos horas de visita en su interior, salimos todos fascinados, sin duda fue uno de los monumentos que más nos gustó e impresionó de todo Israel.

El tiempo en esta ciudad se nos pasó volando. Estuvimos unas 5 horas callejeando y visitando los diferentes monumentos de esta ciudad, pero nos quedamos con ganas de más. Nos hubiera encantado dar un paseo en barco para admirar sus murallas, pasear por lo alto de ellas, disfrutar de algunas de sus hermosas terrazas o simplemente volver a recorrer sus callejuelas al atardecer, pero no teníamos tiempo para más.
Todos coincidimos que nos hubiera gustado pasar una noche en esta ciudad, pero lamentablemente no lo habíamos planeado. Sí tienes tiempo, no lo dudes, añade una noche en esta ciudad, tiene que ser mágica cuando es iluminada por las farolas. Desde Acre fuimos directos a Tel Aviv a unas 2 horas de camino. Este día nuestra compañera Flavia no pudo acompañarnos, se encontraba con unas anginas muy fuertes y se quedó descansando en el hotel. Cuando estábamos regresando, nos llamó para decirnos que estaba en el hospital y que la dejaban ingresada. Así que este mismo día terminamos visitando un hospital de Tel Aviv. La pobre se encontraba muy mal y estuvo hospitalizada durante cuatro días. Por suerte todo salió bien y quedó en un susto y una experiencia más para contar.
CONCLUSIÓN
Fue un viaje muy completo, pero como ocurre en cualquier viaje hay lugares que se tuvieron que quedar fuera. De lo que visitamos nos hubiera gustado pasar una noche en Mitzpe Ramon y otra en Acre. Y la ciudad de Nazaret se nos quedó fuera de nuestro itinerario. En un principio lo teníamos incluido en nuestra ruta, pero lo cambiamos por pasar un poco más de tiempo en Jerusalén y por llegar a tiempo para experimentar lo que, sin duda, fue una de las grandes sensaciones del viaje: EL COMIENZO DEL SHABBAT. Tanto si eres religioso como si no, lo que es indudable es que Tierra Santa no deja indiferente a nadie. Es un destino donde se puede respirar historia en cada esquina.
COMO MOVERTE POR ISRAEL
En muchos blogs te aconsejan alquilar coche para recorrer este país. Es verdad que esto te da mayor libertad de movimiento, pero debes tener en cuenta que una de las mayores desventajas es que no se permite entrar en territorios Palestinos con coche alquilado desde Israel y si lo haces, el seguro no te cubrirá en caso de que te pase algo en esas carreteras. Otra forma sería centrarte en las dos grandes ciudades, Jerusalén y Tel Aviv, y desde ellas hacer excursiones a los lugares principales. Hay varias agencias que ofrecen numerosas excursiones desde estas dos ciudades y se pueden contratar desde los hoteles. Para ir de Jerusalén a Tel Aviv hay varios buses al día y el recorrido es de apenas una hora (70 km).
Si has leído algunos de mis otras entradas, habrás notado que no suelo llevar nada programado y soy de las que viajo por libre. Pero en el caso de Israel si aconsejo llevar un itinerario algo organizado y, sobre todo, mi mayor recomendación es la contratación de un buen guía. Es un país con mucha historia (y no me refiero sólo al tema religioso) y con muchos lugares emblemáticos en los que no entenderás nada o más bien poco sin las explicaciones de un guía. Nosotros, como ya comenté arriba, fuimos un grupo de 11 amigos (todos nosotros guías de Europa) y decidimos alquilar una furgoneta con guía para recorrer Israel. Jamás hubiéramos entendido donde teníamos los pies puestos sin las explicaciones de Moisés. Sus explicaciones fueron la clave para entender la mayoría de los lugares que visitamos e hicieron de este viaje algo excepcional, donde aprendimos muchísimo.
VISADO Y ENTRADA AL PAÍS
No hace falta visado para viajar a Israel. Basta con tener un pasaporte con una validez mínima de seis meses. Al entrar al país se pasa un control bastante exhaustivo, parecido a que pasas cuando viajas a EEUU. En nuestro caso, el control de pasaporte en la frontera fue bastante rápido, apenas unas breves preguntas relativas a nuestro motivo del viaje a Israel, días que íbamos a estar en el país e itinerario previsto. Nada más.
En lugar de sellar el pasaporte, las autoridades del país emiten un documento (blue card). Se trata de una pequeña tarjeta donde aparece la fotografía, los datos del pasaporte y un código de barras. Este documento es muy importante guardarlo a buen recaudo ya que algunos hoteles lo pueden solicitar para el check-in y también será necesario para salir del país. A la salida del país también nos hicieron preguntas, como: si viajábamos todos juntos, si habíamos pasado todo el tiempo juntos, si ya nos conocíamos de antes, sobre los lugares que habíamos visitado, etc. Primero se lo hicieron a uno de nosotros y luego llamaron a otro y le volvieron a hacer las mismas preguntas, lo importante es que todos contestéis lo mismo y no caigáis en contradicciones. Recomiendo llegar al aeropuerto con al menos tres horas de tiempo para evitar contratiempos.
MEJOR ÉPOCA PARA VISITAR ISRAEL
Este país posee un clima mediterráneo en la costa oeste, y desértico en el Néguev, el mar Muerto y la costa del mar Rojo, en Eilat. La mejor época para visitar Israel es la primavera (marzo a mayo) y el otoño (octubre y noviembre). Cuando las temperaturas no son demasiado elevadas y permite visitar las ciudades y sobre todo las zonas arqueológicas sin achicharrarse. Recomendaría evitar la Navidad y la Semana Santa que, por motivos obvios, el país se llena de peregrinos y puede convertirse en un infierno. Nosotros estuvimos en noviembre y nos hizo una temperatura muy agradable, para ir en pantalones cortos por el día, pero sin pasar calor y en la noche con una rebeca. E incluso nos hizo tiempo para podernos bañar en las playas de Tel Aviv.
IDIOMA Y MONEDA
La lengua oficial es el hebrero y el árabe, pero casi todo el mundo domina el inglés, con lo cual podrás moverte sin problemas por el país utilizando el inglés.
La moneda es el shekel (su abreviatura es ILS). Puedes cambiar en el aeropuerto al llegar o en el centro de cualquier ciudad. Hay casas de cambio en el centro de Jerusalén y también en la zona de playa de Tel Aviv o en Jaffa. Todos los monumentos, restaurantes y tiendas aceptan tarjeta e incluso la mayoría aceptan euros y dólares, aunque no conviene pagar en estas dos últimas monedas pues aplicaran el cambio que ellos consideren y suele ser desfavorable.
Israel tiene un nivel de vida occidental con unos precios muy similares a los que nos encontramos en cualquier país europeo. Un menú de Shawarma y refresco viene a costar unos 10€, cenar en un restaurante con una cerveza vendrá a costar entre 25 a 30€ por persona. La entrada a la mayoría de los monumentos es de unos 10€.
GASTRONOMÍA
Israel posee una gastronomía que se ha visto influenciada por numerosas culturas. La pita está presente en la mayoría de los platos como sustituto del pan. Y el Humus es el plato por excelencia. Podrás comer humus tanto para desayunar, para comer, como para cenar.
Además del humus, otro de los platos más típicos de Israel es: Shakshuka, huevos al horno con una suculenta salsa de tomate, cebolla y especias (normalmente pimentón, comino y chile). Se sirve en una cazuela baja de hierro, cobre o terracota y se acompaña con una pita. Esta deliciosa a cualquier hora del día, pero sobre todo se consume para el desayuno. También encontrarás muchos puestos de Shawarma, falafel, Kabab o Maqluba.
La halva es un bloque dulce elaborado con una pasta de tahina y que puede llevar sésamo, semillas, pistachos, dátiles, miel….
