En esta entrada me propongo hacer una breve introducción del país del sol naciente y comentar los lugares que uno no debe perderse a la hora de visitarlo. Aunque la lista pudiera ser interminable, me concentraré en lo más destacado para conocer lo esencial de Japón en un viaje de 20 días. Gracias a mi trabajo de guía turística he tenido la oportunidad de introducirme profundamente en la cultura de este país, aprender sus tradiciones, su historia y comprender un poquito la forma de ser de los japoneses. He podido disfrutar de este país en varias ocasiones, a veces guiando grupos y a veces recorriendo por mi cuenta diferentes y hermosos rincones japoneses.
Como no es un viaje que haya hecho una sola vez y en un único sentido, no voy a contar el viaje etapa por etapa. Prefiero hacer una lista de los lugares que no debería perderse un viajero al visitar este destino. Te recomiendo echar un vistazo a mi artículo en el que hablo de las diferencias entre Geishas y Maikos y en el que abordo la deliciosa Gastronomía japonesa.
Os dejo también las entradas de las dos ciudades principales de Japón: TOKIO y KIOTO, donde encontrareis que poder ver y hacer en ellas. Y por supuesto antes de empezar tu viaje, te aconsejo pases por Consejos para viajar a Japón, donde encontrarás todo tipo de información, como visado requerido; mejor temporada para visitar el país; transportación; alojamiento e incluso sobre las dos religiones oficiales en el país.
AHORA VAMOS A EMPEZAR CON LA VISITA A LAS PRINCIPALES ATRACCIONES DEL PAÍS.
ÍNDICE
Japón es un país que tiene 3.000 km de Norte a Sur, pero las principales ciudades o atracciones se concentran en la isla más grande de las casi 7000 que lo componen:
HONSHU.
Así que empezaremos por aquí. Dentro de la isla de Honshu se encuentran algunas de las ciudades más interesantes de Japón esencial: Tokio, Kioto, Nara, Hiroshima, Osaka y Kobe; Al ser TOKIO y KIOTO las ciudades más conocidas y visitadas, puedes encontrar información sobre estas en un post aparte. En Honshu también podrás conocer lugares espirituales como Monte Koya, Itsukushima y Nikko; los castillos japoneses mejor conservados como el de Himeji y Matsumoto; Jardines como Korakuen en Okayama; Pequeñas ciudades como Kurashiki, Iyaso no Sato Nenba, Tsumago y Kusatsu; y hermosos paisajes como Monte Fuji, el Parque de los Monos y el bosque de bambú en Arashiyama.
NARA
Esta ciudad ocupa el segundo lugar después de Kioto como reserva cultural de Japón, tiene 8 monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad. Fue la primera capital estable de Japón y dio el nombre al periodo Nara (710-784). Gracias a los diferentes emperadores que vivieron en la ciudad, se desarrollaron las artes y el budismo fue adquiriendo cada vez mayor poder. La clase alta japonesa asimiló la cultura china, adoptando el uso de caracteres chinos como sistema de escritura, que se convertirían en los actuales kanjis japoneses, y el budismo como una de las religiones oficiales de Japón. De hecho, en el 784 la capital se trasladó fuera de Nara, para alejar a la casa imperial de los monjes budistas que se habían hecho con mucho poder, ocupando algunos cargos políticos importantes, e incluso habían estado a punto de usurpar la corona imperial.
Parque Nara-Koen
En el corazón de la ciudad se encuentra el parque Nara-koen de 600 hectáreas con vistas preciosas de las montañas que rodean la ciudad. Aquí hay unos 1200 ciervos sueltos, que son considerados mensajeros de los dioses según el sintoísmo y por esa razón están protegidos. Tener mucho cuidado con lo que llevéis en los bolsillos o en las manos, los ciervos se acercan y te quitan todo. Lo peor es que muchos de ellos enferman o mueren a causa de la indigestión de plástico o papeles. Así que por favor, mucha precaución. Es posible comprar «comida de ciervo» (galletitas preparadas por los vendedores) para alimentarlos y acariciarlos. Estos animales están muy acostumbrados a la gente y se dejan tocar. Es recomendable dar un paseo por todo el parque de Nara y visitar alguno de los templos o santuarios que allí se amontonan.

Templo Toda-Ji
Es famoso por la estatua del Gran Buda y por la gran puerta Nandai-mon (Gran Puerta de Oriente) es el más impresionante de todos. Mandado construir por el emperador Shomu para acoger a la escultura de bronce de Buda que data del 752 y también como lugar de reposo del espíritu de su hijo. Como en esta época el budismo tenía mucha influencia sobre la monarquía y el gobierno, el monasterio siempre estuvo bajo la protección del emperador, incluso cuando la capital fue movida a Kyoto. Este templo fue el más importante del budismo en Japón. Fue el centro de rituales para la paz de la nación y para el progreso de la sociedad nipona. También funcionó como centro de enseñanzas y entrenamientos para los monjes que estudiaban la doctrina budista.

Dentro del templo está el salón Daibutsuden. Es el edificio de madera más grande del mundo, a pesar de que la estructura actual del 1709 es 33% más pequeña que el edificio original. En el interior del salón encontramos la estatua de bronce del Gran Buda de Nara. El Daibutsu o Gran Buda de Nara es una estatua gigante de un Buda sentado de 15 metros de alto y 500 toneladas. El Daibutsu está flanqueado a ambos lados por Bodhisattvas. Destacan sus ojos de un metro y su nariz que sobresale medio metro de la cara.
Detrás del gran Buda, se encuentra una columna que tiene un agujero, se trata de un agujero con las mismas dimensiones que las fosas nasales de nuestro Buda gigante por donde los más pequeños intentan pasar. Según la leyenda aquellos que consiguen cruzar dicho agujero conseguirán la sabiduría de buda y estarán más cerca del Nirvana.
Antes de entrar al templo, echa un ojo a la puerta Nandaimon. La puerta es original del siglo XII y, sobre todo, destacan las estatuas de madera de los dos guardianes celestiales de 8 metro de altura cada una. Guardianes que protegen el templo de las malas intenciones y de los malos espíritus.

Cerca del templo Toda-ji, son recomendables los jardines tradicionales Isuien, perfectos para un paseo agradable y tranquilo. Además de visitar el santuario sintoísta Kasuga-Taisha, famoso por tener multitud de farolillos de bronce y de piedra por todo el recinto. Se trata del santuario de la familia Fujiwara, una de las familias más poderosas en aquella época que siempre tenía a alguien cerca del trono manejando los hilos de la familia imperial.
Templo Honryu-Ji
También merece la pena, acercarse a otro de los templos más recomendados de la ciudad, el TEMPLO BUDISTA HONRYU-JI. Este templo se encuentra a 30 minutos de Toda-ji. Es menos visitado que los que están en Nara. Pero se trata del primer monumento de Japón que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993. Además, posee las edificaciones de madera más antiguas en el mundo. Se dice que fue reconstruido tras un incendio y parte de sus instalaciones datan del 670.
Uno de los elementos más típicos del budismo son las pagodas, y la de Honryu-ji es una de las más bellas de Japón. Es de 5 pisos de altura, toda de madera del siglo VII. Lo más sorprendente es que fue construida con un excelente sistema antisísmico. En el interior de la pagoda hay un péndulo que va desde el techo hasta casi el suelo, sin llegar a tocarlo, pero de tal manera que si hay un temblor y la estructura de esta pagado se mueve hacia uno de los lados, el péndulo automáticamente irá en la dirección contraria a su movimiento haciendo de tope y evitando que la estructura se caiga. No se puede entrar en ella, por ser lugar sagrado, donde normalmente se guardan las cenizas de Buda o los Sutras. En su base se pueden ver unos relieves hermosos, representando la vida del primer Buda, Siddartha Gautama.
Dentro de este templo se encuentra uno de los museos más ricos en obras budistas de Japón, museo con más de 2.300 piezas de arte. Destaca la estatua de madera de 1,97 metro de altura, representando a la Buda Kannon, buda de la misericordia. Este buda, al parecer, tiene los mismos rasgos físicos que el príncipe Shotoku, quien mando construir el templo en el 607 por primera vez. Al príncipe Shotoku, se le considera el gran impulsor del Budismo, quien lo utilizó como eje del estado y de una sociedad estable y ordenada. Shotoku además financio la construcción de numerosos templos budistas por todo el país. Pero también hay muchas leyendas del príncipe Shotoku, considerándole demasiado avanzado para su época.

OSAKA
Es la tercera ciudad más grande de Japón con 2,5 millones (por detrás de Tokio y Yokohama) y la principal de la región de Kansai. También es uno de los puertos y centros industriales más importantes del país. Merece la pena visitarla para disfrutar de su gastronomía y de su gente, mucho más directa y ruidosa que la de otros pueblos y ciudades de Japón. Durante el siglo XVI fue el principal mercado de Japón. Situada en una bahía en el mar Seto a 40 km de Kioto y 33 km de Kobe. Aunque Tokio le ha arrebatado el título de centro económico del país, Osaka es aún una gran potencia comercial, rodeada de fábricas punteras en electrónica y tecnología.
Umeda Sky y Gates Tiger Buildings
En esta ciudad no podemos perdernos las maravillosas vistas de la puesta de sol desde Umeda Sky Building. Este edifico futurista merece ser visitado, aunque sólo sea por subir esas escaleras mecánicas ‘flotantes’. Tiene 173 metros y 40 plantas. Está formado por dos torres simétricas sobre las que se asienta una plataforma a 150 metros de altura, desde donde se puede fotografiar el Gates Tiger Building. Es un edificio singular por el interior del cual pasa una autopista. La autopista Hanshin pasa por los pisos 5, 6 y 7 del edificio, pero sin tocarlo. La autopista se sostiene con soportes en el exterior del edificio, de forma que ambos nunca llegan a estar en contacto, y cuenta además con una estructura externa que evita ruidos y vibraciones en el edificio.
Umeda Sky Building Gate Tiger Building


Dotombori
Osaka también tiene un castillo, aunque en realidad el interior esté totalmente reconstruido y renovado. Comenzó a construirse en 1583 de la mano de Toyotomi Hideyoshi. Toyotomi quería convertirlo en el centro del Japón unificado y fue el mayor castillo de la época. Sin embargo, el castillo es realmente moderno y no tan atractivo e interesante como otros que encontraremos por Japón.
Una zona muy animada de esta ciudad es Dotombori, donde podrás hacer miles de fotos a sus luces y neones. El luminoso más famoso y seguramente el más fotografiado es: Glico-man, representa la marca de confitería Glico, cuya sede tiene su ubicación en Osaka. Se trata de un corredor de 300 metros, porque se dice que el primer dulce o caramelo que produjo esta empresa tenía 15,4 kcal, y esta era la cantidad de energía requerida por un hombre para recorrer 300 metros exactamente. Esta calle, Dotombori, discurre paralela al canal de 400 años de historia, que unía los dos ríos principales de la ciudad por donde se transportaban las mercancías antiguamente. El canal es el que da el nombre a esta calle y a este barrio.

La calle está llena de «Matsumoto Kiyoshi«(farmacias). Visitar una farmacia en Japón es toda una experiencia, especialmente por la variedad de productos que te puedes encontrar. Se trata de una mezcla entre farmacia y droguería, y los pasillos están llenos de carteles con ofertas, productos de belleza, medicamentos y todo tipo de bebidas energéticas. Se puede encontrar productos de belleza baratos y de alta calidad, lo divertido será encontrar lo que estés buscando o adivinar lo que estas comprando. Muchas de estas tiendas ponen música a todo volumen y sus dependientes gritan las ofertas para que no pases de largo sin enterarte. La calle también esta llena de restaurantes cada uno con un rótulo más llamativo que el anterior.
Aquí podrás comer takoyaki sentados en un taburete en cualquiera de los puestos de la calle o probar los pulpitos rellenos de huevo de codorniz; comer okonomiyaki en una izakaya tradicional o probar uno de los platos favoritos de los osakenses: el cangrejo. Lo preparan de mil formas, desde en sushi hasta a la parrilla. O el pez globo que quizás no sea la comida más rica de Osaka ni la más especial, pero sin duda hay que probarlo al menos una vez en la vida. El mejor sitio donde probar pez globo en Osaka es, sin duda alguna Zuboraya, una cadena de restaurantes especializada en fugu.

Estoy segura de que esta calle te atrapará durante un buen rato. Pero conviene salir de ella y pasear por sus calles adyacentes, para encontrar algunos rincones maravillosos: como el bar más pequeño del mundo o un maravilloso templo en el medio de esa maraña de calles estrechas. Intenta encontrar el templo Hozen-ji. Es un pequeño templo alrededor de una escultura de Fudo-myoo, a la que se le echa agua por encima para que traiga prosperidad en los negocios, por lo que está completamente cubierta de musgo. ¡Algo muy curioso!
KOBE
Es una ciudad al oeste de Osaka y a orillas del mar Interior de Seto. Prácticamente Kobe y Osaka están unidas la una con la otra. Es una ciudad portuaria, aunque no se trata de un puerto histórico como el de Osaka. El puerto de esta ciudad abrió sus puertas en 1868 y es conocido como el muelle 3 o muelle Merikan. Esta ciudad fue destruida en la II Guerra Mundial, por su capacidad portuaria e industrial y de nuevo en 1995 por un terremoto. El 17 de enero de 1995 hubo un terremoto de magnitud 7,3 y con epicentro en Kobe, afectando a la estructura de más de 639.000 viviendas y porvocó más de 5.000 muertos.
El muelle Merikan quedó completamente afectado por el terremoto y hoy se encuentra aquí el Parque Meriken con un monumento que lo recuerda. Hay una parte que se ha dejado como quedo después del temblor. Es también en esta zona donde se encuentra el museo Kawasaki y la Torre del Puerto de Kobe. Desde la torre se obtienen una de las vistas más bonitas de la bahía y de la ciudad. Merece la pena entrar al museo Kawasaki y ver la evolución de la empresa. Quedarás asombrado de todo lo que Kawasaki fabrica, quítate la idea de que es una empresa sólo de motos. También podemos dar un paseo por uno de los barrios chinos más grande de Japón. Y entrar en un buen restaurante para comer un auténtico filete de carne Kobe.


HIROSHIMA
Es tristemente conocida por ser la ciudad dónde cayó la bomba atómica el 6 de agosto de 1945, la primera de las que se lanzaron contra objetivos japoneses. La bomba que fue lanzada sobre Hiroshima la llamaron LITTLE BOY por su tamaño, 3 metros de longitud, 0,7m de diámetro y 4 toneladas. Explotó a 600m sobre Hiroshima y 2 km a la redonda todo desapareció. El 92% de la ciudad desapareció, en total 7.600 edificios y para finales de diciembre 1945 había ya 140.000 muertos.
Parque de la Paz
El Parque de la Paz, donde cayó la bomba en 1945, es uno de los puntos más emblemáticos y más visitado de la ciudad. En este parque hay varios monumentos que recuerdan este trágico suceso:
- Cenotafio un arco de hormigón con los nombres de todas las victimas.
- En el estanque detrás del cenotafio está la llama de la Paz que arderá hasta que no queden armas nucleares en el mundo.
- Uno de los monumentos más fotografiados de este parque es la Cúpula de la Bomba Atómica. Es el recordatorio más sombrío de la destrucción de Hiroshima. El edifico original era de 1915, funcionó como Pabellón de la Promoción Industrial hasta que la bomba le estalló casi encima. Todas las personas que se encontraban en su interior murieron al instante, aunque el edificio fue uno de los pocos que quedaron en pie cerca del epicentro.

- Monumento a la Paz de los Niños (por detrás de la llama y antes de la cúpula). Este monumento está inspirado en una niña, Sadako Sasaki, de dos años en el momento del fatídico incidente. Después de la bomba enfermo de leucemia, a los 11 años la niña decidió hacer 1000 grullas de papel. En Japón la grulla es símbolo de longevidad y felicidad, y la niña creyó que si alcanzaba ese objetivo se recuperaría. Sadako murió antes de conseguir su objetivo, pero sus compañeros de clase lo terminaron. En 1958 se erigió el monumento. Os dejo aquí un video para aprender a hacer una grulla de papel y así que la podáis dejar junto a las miles de grullas que hay en el monumento a la paz de los niños.
Sí quieres conocer más sobre la historia de Sadako Sasaki, te recomiendo pinchar AQUÍ.
Para aprender más sobre los hechos históricos que llevaron a Japón a la Guerra del Pacífico, los resultados de la bomba y los efectos en la población se debe visitar el Museo Conmemorativo de la Paz. Un museo muy interesante, pero extremadamente duro (es difícil que no se os escape una lágrima en algún momento). Expone una colección de objetos rescatados tras la explosión de la bomba (ropa, reloj que paró a las 8;15, tuperware derretido…) y algunas fotografías terribles. Cada 6 de agosto se celebra el aniversario de la explosión en el Parque Conmemorativo de la Paz. Es el momento donde miles de farolillos de papel son lanzados a las aguas del Kyuota-gawa, delante de la Cúpula de la Bomba Atómica, por las almas fallecidas. Si eres de los que te preguntas si aún hay radiación en HIroshima léete este articulo: ¿Aún hay radiación en HIroshima y Nagasaki?.
Okonomimura
Hiroshima es también famosa por sus ostras y okonomiyaki (tortitas con col china, cubiertas de verduras y marisco o carne). Este plato es tan popular que existe una zona en Hiroshima donde encontramos Okonomimura, que significa, literalmente, la ciudad del okonomiyaki. Un edificio de varias plantas en las que en la planta 2, 3 y 4 contienen 27 restaurantes diferentes de okonomiyaki. ¡no te lo pierdas! Te dejo aquí la localización para que no te vayas de Hiroshima sin probar los mejores Okonomiyaki de todo Japón: Okonomimura.

MONTE KOYA
Se encuentra en una remota y montañosa península llamada península Kii. Es un lugar muy tranquilo y espiritual, donde se encuentra uno de los centros budistas más importantes de Japón y los senderos de peregrinaje de Kumano Kodo. Kumano Kodo, fue declarado en 2004 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO bajo el complejo “lugares santos y rutas de peregrinación de los montes Kii” y es, junto con el Camino de Santiago, el único camino de peregrinación con esta designación. Desde hace 12 siglos el monte Koya viene siendo visitado por un millón de budistas al año. En la edad media aquí se encontraban más de 1500 monasterios, de los cuales todavía quedan 117 en pie. 52 de estos monasterios son utilizados para retiros o aprendizajes.

Os recomiendo pasar al menos una noche para disfrutar de la paz y la vida monástica por un día. Al llegar, nos acompañaran a nuestra habitación de estilo japonés (futón en el suelo, pero super cómodo). Los baños están fuera de la habitación y son compartidos. La mayoría de los templos ofrecen alguna práctica de meditación o relajación antes de la cena. Nos incluye la cena y el desayuno, totalmente vegetariano.
La cena se sirve temprano, a las 6:30 de la tarde, para a continuación practicar la meditación o dar un paseo por el complejo de templos. Los monjes nos despiertan a las 5:45 para que podamos acompañarlos en sus rezos matutinos, una impresionante ceremonia llamada Otsutome en la que se recitan sutras, se quema incienso y se prende una hoguera central. Al terminar, sobre las 7 de la mañana nos servirán un desayuno tradicional de nuevo totalmente vegetariano.
RECORDAR LLEVAR ROPA DE ABRIGO, aquí la temperatura suele estar 5 grados por debajo que en las llanuras. Para poder reservar estancia en un monasterio, recomiendo hacerlo desde la página de turismo de Koyasan: Turismo Koyasan

Templo Danjo Garan
El monte Koya o Koyasan es el centro neurálgico y sede de la escuela del budismo shingon (budismo tántrico o esotérico), una de las sectas budistas más importantes del país. El budismo shingon llegó a Japón de la mano de Kobo Daishi hace más de 1200 años. Hoy en día cuenta con más de 10 millones de miembros y casi 4000 templos por todo el país.

El recinto está dividido en 3 áreas principales: el Danjo Garan (recinto sagrado) conjunto de varios templos y pagodas, considerado el centro del mándala que se dice forman las 8 montañas que rodean Koya-san. Aquí veremos una hermosa pagoda color bermellón que según la doctrina shingona representa el punto central de este mándala. Merece la pena dar un paseo por aquí en la noche, cuando la pagoda y los diferentes templos están iluminados. Kongobu-ji, el templo más importante del budismo shingon, construido en 1593, es la sede de la escuela y residencia del abad de Koya-san. Destaca su jardín seco y las pinturas de las diferentes salas. Si vas por tu cuenta, te recomiendo seguir esta guía. Aunque está en inglés te ayudará para poder saber un poco más de lo que es considerado el templo más importante del budismo shingon.


Cementerio Oku-No-In
Aquí se encuentra el mausoleo de Kobo Daishi rodeado por un inmenso cementerio, el más grande de Japón. Todo budista japonés que se precie tiene sus restos, o al menos un mechón de pelo, enterrado aquí, para asegurarse una posición preeminente cuando el Buda del futuro (el Buda Miroku) regrese a la tierra. Cedros centenarios de más de 50 metros de altura cubren un camino de 2 kilómetros desde el puente Ichinohashi hasta el mausoleo de Kobo Daishi, fundador de la escuela Shingon en el año 816.
Kobo Daishi es una de las figuras religiosas más famosas de Japón y se le venera como bodhitsattva, calígrafo, erudito y como inventor del alfabeto hiragana japonés. Los seguidores de la escuela Shingon creen que Kobo Daishi no está muerto, sino meditando en su tumba, a la espera de la llegada de Miroku Maitreya, (el Buda del futuro). Para conocer un poquito más del fundador del budismo Shingon, pincha en: Kobo Daishi.
Dos veces al día lo monjes van en procesión a su mausoleo a llevarle la comida, y no sólo comida, en el verano le traen ventiladores, abrigos en invierno y ropa una vez al año. Esta leyenda a atraído a miles de fieles para ser enterrados en este mismo cementerio, esperando resucitar en el paraíso. Cuando Miroku regrese, se cree que sólo Kobo Daishi será capaz de interpretar su mensaje divino a la humanidad. Así, el vasto cementerio es como un anfiteatro lleno de almas que aguardan su sermón celestial.

Hay más de 200.000 tumbas. Algunas de miles de años de antigüedad como la de famosos samuráis, shogunes y máximos sacerdotes. Otras más modernas de gente común, o algunas muy curiosas como una con forma de taza de café creada por una compañía de café o una de un cohete espacial de una empresa aeronáutica. Te recomiendo que dediques tu tiempo para pasear por este cementerio. Hay tumbas muy curiosas y es un hermoso lugar por su enormes y centenarios cedros. Para mi Koya-san es uno de los lugares más fascinantes de Japón. Tiene una energía especial, no te pierdas el poder pasar una noche dentro de uno de sus muchos templos de retiro.

ITSUKUSHIMA
Este santuario sintoísta se encuentra en la isla de Miyajima, muy cerca de Hiroshima. Es Patrimonio de la Humanidad y uno de los tres parajes más bellos de Japón. La isla tiene 30 kilómetros cuadrado, y 1800 habitantes, se encuentra en el mar interior Seto. La isla se llama oficialmente Itsukushima, «isla sagrada» pero se la conoce popularmente como Miyajima, ‘isla del santuario’, dada la importancia del santuario en el entorno de la isla.

Su imagen más conocida es la torii (puerta del santuario), que, con plenamar, parece flotar. Fue construido a forma de muelle a finales siglo VI, la isla estaba considerada sagrada y los humanos no podían entrar, solo podían ver el tori desde un barco. El torii actual es una reconstrucción de 1875, tiene 16,6 metros de alto y pesa 60 toneladas. Los toriis sirven como frontera entre el mundo de los espíritus y el mundo humano. El color bermellón del gran torii no es casualidad, sino que se cree que este color mantiene alejados a los malos espíritus. Junto al santuario hay un escenario flotante de noh del 1860 donde se representa noh (teatro-danza estilizado) del 16 al 18 de abril. Normalmente los santuarios sintoístas además de lugares donde se veneran a los kamis, sirven para mantener vivas las tradiciones artísticas como el teatro Noh, la caligrafía y la música.

RITUAL QUE SE REALIZA EN TEMPLOS SINTOÍSTAS:
- Pasar el torii para dejar atrás el mundo humano y entrar en el mundo espiritual.
- Purificarse lavándose primero la mano izquierda, luego la derecha, de nuevo la izquierda y finalmente enjuagar la boca, todo esto se realiza con un sólo cazó de agua sin rellenarlo.
- Entramos en el templo, hacia el salón principal (Haiden) donde primero se tira una moneda como ofrenda, y luego se realizan dos reverencias.
- A continuación se aplaude una vez para convocar a los kamis y que escuchen nuestras plegarias. Finalmente juntando las manos hacemos una última reverencia mientras se pide nuestro deseo a los kamis.
Si llegan en fin de semana es muy probable que puedan ver una boda sintoísta en el templo. Al llegar con el ferri a la isla, se gira a la derecha y se continúa 10 minutos por la orilla hasta llegar al santuario. La principal calle comercial, Omotesando, abarrotada de puestos de recuerdos y restaurantes, queda a una manzana del muelle. En ella se encontrará también la Shakushi (pala de arroz) más grande del mundo, las paletas más pequeñas son uno de los principales souvenirs de la región. Los ciervos que están considerados como los mensajeros de los dioses, están libres por la isla. Recomiendo comer ostras empanadas o asadas que son una especialidad de la isla, como también anguila sobre arroz.

NIKKO
Nikkō-shi, literalmente significa «luz del sol o esplendor. En Nikko se encuentran algunos de los templos más hermosos de Japón. A pesar de haber visto muchos santuarios y templos por todo el país, considero que los templos de Nikko son de los más bonitos que podrás ver. El conjunto de templos y santuarios de Nikkō, fue inscrito por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1999. El shōgun Tokugawa Ieyasu (fundador de la época Edo) lo escogió como el lugar ideal para levantar su propio mausoleo. El mausoleo, llamado Tōshōgū, fue construido por su nieto, Tokugawa Iemitsu, en 1634. Tokugawa Iemitsu construyó el mausoleo con el máximo de esplendor que le fue posible, pues su intención era utilizarlo como una forma de reflejar la grandeza y el poderío del clan Tokugawa, y así impresionar a sus rivales.
Consiste en más de una docena de edificios budistas y sintoístas bellamente decorados en oro y grabados de madera. Dos de las cosas más destacadas de este conjunto de templos y santuarios son: el famoso grabado en madera de los 3 monos sabios, que representan los tres principios del budismo: no escuchar el mal, no ver el mal y no decir el mal y la sala Honji-do, una sala famosa por la pintura del techo que representa al dragón llorón. Los monjes se colocan justo debajo del corazón del dragón y golpean dos palos de madera y entonces se oye el ronroneo de eco suave y pronunciado que se confunde con el rugido del dragón. Si golpean los palos en cualquier otra parte que no sea justo debajo de su corazón no se produce este sonido, ¡Curioso!

Cerca del mausoleo de Tokugawa Ieyasu, se encuentra el mausoleo de su nieto, Tokugawa Iemitsu, llamado Taiyuin-byo. Este mausoleo fue terminado dos años después de la muerte del shōgun. Taiyuin-byo compite en magnificencia y riqueza con Tōshōgū, y juntos hicieron que la palabra Nikkō trascendiera en Japón como sinónimo de ‘esplendor’. En Taiyuin-byo, unas escalinatas llevan a diferentes patios, se va pasando por 4 puertas, la última conocida como puerta Karamon, da paso al oratorio Haiden y al santuario interior (Honden), donde hay 140 dragones pintados en el techo, que, se dice, llevan las plegarias a los cielos; los que llevan perlas suben y los que no, descienden para recoger más plegarias. (perlas azules en las garras)
CASTILLOS JAPONESES
Eran fortificaciones construidas principalmente con piedra y madera. De la misma forma que los castillos de otras partes del mundo, estos fueron construidos para vigilar lugares estratégicos o importantes, como puertos, ríos o caminos. Los castillos japoneses vivieron varias etapas de destrucción. Durante el shogunato Tokuwaga se decretó una ley para limitar el número de castillos que cada daimio o señor feudal podía poseer, limitándose a uno por feudo, por lo que varios fueron destruidos. Después de la caída del sistema shogunal y del regreso al poder del Emperador Meiji, nuevamente muchos castillos fueron destruidos y otros desmantelados, en un intento de romper con el pasado y modernizar el país. Durante la II Guerra Mundial muchos castillos fueron destruidos durante los bombardeos. Hoy en día sólo doce conservan su estructura original, destacando el castillo de Himeji y el castillo de Matsumoto.
Castillo Himeji
El castillo de Himeji es uno de los castillos más espectaculares y bonitos de todo Japón. Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1993 y Tesoro Nacional. Es un castillo del tipo hirayama-jiro, es decir, un castillo situado sobre una colina rodeado de llanuras. Además, es un ejemplo perfecto de la arquitectura de los castillos japoneses. Cuenta con un torreón principal de 5 plantas y 3 torres más pequeñas y toda la estructura está rodeada de fosos y murallas. Se tarda 1 hora y media en seguir la ruta alrededor del castillo.
Recibe el apodo de “la Garza Blanca”, debido al color blanco del yeso exterior. Un yeso que no es sólo decorativo, sino que además es ignífugo, algo muy importante si tenemos en cuenta que el castillo fue construido todo en madera. Gracias a su espectacularidad y a su parecido con el antiguo castillo de Edo, este castillo se ha usado de escenario en muchas películas. Hay una leyenda muy bonita sobre un fantasma que habita en él. Para conocerla léete este articulo: Okiku, el espectro del castillo de HImeji.

Castillo Matsumoto
Otro castillo que merece la pena ser visitado es el castillo Matsumoto, ejemplo de castillo construido en una llanura. Comúnmente recibe el apodo del ‘castillo de los cuervos’, por el color negro de sus muros. Fue construido por Toyotomi Hideyoshi entre 1594 y 1597. Está apoyado sobre muros de piedra de 7 metros que, originariamente, tenían un amplio foso bajo ellos. El castillo de Matsumoto tiene una estructura arquitectónica única, porque la torre principal de 6 plantas está conectada con la torre menor del norte a través de un pasillo cubierto y con otras dos torres menores. También tiene un ala específica para la contemplación de la luna, que fue añadida en 1635 cuando la situación de la zona era pacífica.
En los patios de los castillos japoneses encontraras siempre los famosos cerezos japoneses. La flor del cerezo se conoce como «sakura» y es símbolo de Japón. Estas flores tan frágiles son algo más que el símbolo de la primavera, representan lo efímero de la vida y también son consideradas como el símbolo de los guerreros samuráis. Según el bushido (antiguo código ético del guerrero), el ideal del samurái era vivir con pasión o «vivir con belleza» aunque la vida fuera corta. Por ello, las flores de sakura eran el símbolo perfecto del estilo de vida del samurái, y la caída de los pétalos representaba la reencarnación de los guerreros que morían en combate.
Para poder conocer un poco más de los castillos japoneses, recomiendo que leas: «El Guerrero a la Sombra del Cerezo» es una novela histórica sobre los samuráis que se desarrolla en Japón a comienzo del shogunato Tokugawa.

JARDINES JAPONESES
Los jardines son uno de los paisajes más típicos de Japón. El jardín debe de ser un paraíso apartado de todo lo demás, lugar para el placer, la meditación, y el enclaustramiento. El aislamiento implica la separación de los ruidos, la diferenciación de los olores y la consolidación de los colores. Una de las características principales de todos los jardines japoneses es la incorporación de panoramas ajenos, que se denomina jardín robado; suelen ser montañas, castillos, edificios religiosos, bosques o cascadas que están fuera del recinto, pero que parecen pertenecer al jardín.
LOS TRES JARDINES MÁS IMPORTANTES DE JAPÓN SON:
- Kenroku-en de Kanazawa, destacan en él los ríos violetas de sus lirios, en primavera. En invierno se atan las copas de los árboles para protegerlos del frío formando extravagantes arquitecturas.
- Kairaku-en, diseñado en la ciudad de Mito por el daimio en 1842. Es célebre por sus tres mil ciruelos, de más de cien variedades distintas, que ofrecen un espectáculo incomparable en los meses de febrero y marzo.
- Koraku-en, en Okayama, es el más antiguo, trazado en el siglo XVIII. Ha sobrevivido a guerras e inundaciones, destaca por sus extensiones de césped, infrecuentes en el jardín japonés. Refleja a la perfección el paso de las estaciones que se suceden en la floración de sus cerezos, almendros, lotos, y crisantemos; completada con la coloración de los arces y los ginkgos. Este último jardín se puede visitar cuando se va de Himeji a Hiroshima. La foto de aquí abajo es el jardín de Koraku-en en Okayama.

KURASHIKI
La ciudad es famosa por sus canales, que datan del periodo de Edo. En este periodo Kurashiki se convirtió en un importante centro de distribución de arroz y el centro de la ciudad estaba conectada con el puerto. Es por ello, por lo que a un lado y al otro de los canales encontramos hoy todavía muchos de los antiguos almacenes que se usaban para el arroz, antes de enviarlo y comercializarlo en Osaka o la antigua Edo. Estos almacenes, hoy, son cafeterías, restaurantes, tiendas o museos. Visitar Kurashiki, con sus antiguos almacenes, sus canales y los pequeños puentes de piedra es como viajar al pasado. Merece la pena subir a uno de los barquitos tradicionales, que salen del canal principal, para admirar mejor la hermosa ciudad de Kurashiki. Sus tiendas tienen bonitos suvenires, muchos de ellos hechos con tela vaquera, pues los jeans japoneses son fabricados aquí.

SAIKO IYASHI NO SATO NEMBA
Es un pintoresco pueblo situado en las faldas del monte Fuji, a 1km del Lago Kawaguchi. Se encuentra junto al Lago Saiko (lago del Oeste), uno de los 5 lagos que existen en la zona. Llegó a ser uno de los mejores lugares para contemplar el viejo paisaje del pueblo japonés, pero en el año 1966 fue totalmente destruido por un corrimiento de tierra durante un tifón. En el año 2006 se terminaron sus obras de restauración y se convirtió en un extraordinario museo al aire libre. Cuenta con 20 encantadoras casas tradicionales, conocidas como casas gassho-zukuri, traducido como «manos en oración«. Este nombre es debido a la forma de sus tejados de paja, que tienen 60 grados de inclinación. Una inclinación necesaria para que la lluvia y la nieve, tan frecuente en esta zona, desagüe rápidamente. Además los tejados tienen 1 metro de grosor.

Lo que más nos llama la atención nada más entrar al pueblo son los huertos, salpicados de enormes frutas y hortalizas. Las casas reconstruidas han sido convertidas en tiendas, restaurantes y museos. En ellas se pueden realizar distintas actividades relacionadas con la cultura tradicional de la zona, además de probar y comprar diferentes artesanías locales. Cada casa está especializada en una artesanía tradicional diferente, como la cerámica, el incienso o textiles. También imparten talleres donde aprender a fabricar papel washi, carbón vegetal y fideos de soba. Hay también un estudio de fotografía, donde alquilan kimonos y armaduras de samurái por tan solo 1000 yenes. Es el lugar más económico que he encontrado en Japón para poder vestir un kimono y hacerte unas hermosas fotos.
TSUMAGO
Es un hermoso pueblo en las montañas de los Alpes japoneses. Se trata de una antigua estación de descanso de la ruta Nakasendo. Esta ruta conectaba Edo (actual Tokio) con la ciudad de Kioto y era una de las Gokaido o 5 rutas que partían desde Edo. Estas rutas fueron construidas durante el periodo Edo. Los shogunes Tokuwaga obligaban a todos los daimios (señores feudales) a pasar uno de cada dos años en Edo, para así tenerles controlarlos. Estas rutas fueron construidas para hacer más fácil el viaje a Edo desde los diferentes feudos.
Tsumago fue un pueblo de gran prosperidad. Sin embargo, con el fin del periodo de Edo y la industrialización y modernización durante la Restauración de Meiji (1868-1912), la ruta a pie dejó de usarse en favor del tren o el coche. Esto hizo que estos pueblos fueran cayendo en declive y casi en el olvido, como tantos otros pueblos del Japón más rural. Sin embargo, los habitantes de Tsumago decidieron restaurar los edificios históricos e intentar mostrar al máximo cómo era la vida en estas estaciones de descanso. Es por ello que se soterraron los cables de teléfono y de electricidad y se prohibió el paso de vehículos motorizados por las calles principales. Hoy, andar por sus calles es como viajar al Japón del pasado, se pueden ver artesanos trabajar ¡toda una experiencia!

KUSATSU
Es un pueblo, al igual que Tsumago que se desarrolló como pueblo de posadas en el cruce de dos grandes calzadas, la Nakasendo y la Tokaido. Pero sobre todo es muy conocido por ser una zona de aguas termales, es una de las 3 aguas termales de Japón con la temperatura más alta. El agua de Kusatsu es ácida y es conocida por ser muy caliente, yendo desde 51ºC a los 94ºC. En este pueblo se puede asistir a un espectáculo llamado Yumomi. Yumomi era el proceso por el cual antiguamente enfriaban el agua, removiéndolo con grandes palas de madera mientras cantaban una canción folclórica. Es una buena parada para pasar una noche y disfrutar de sus aguas termales.
Entrar en un Onsen es todo un ritual en la cultura japonesa. Se cuentan unas 3.157 estaciones termales y 28.154 fuentes por todo el país. Antes de entrar al baño es muy importante purificarse bien al igual que al entrar en un templo sintoísta. Lo primero que hay que hacer es lavarse bien, para ello encontrareis unos taburetes bajos, donde sentaros y ducharos antes de entrar en la piscina. El baño en Japón no sirve para lavarse, sino para relajarse, eliminar fatiga y estrés. Las piscinas son de un solo sexo y se entra desnudo en ellas. Te dan una pequeñísima toalla que suelen ponerse encima de la cabeza cuando están dentro de la piscina (se dice que esto evita los desmayos), misma toalla con la que luego nos secamos antes de vestirnos. Veremos a muchos japoneses en yukata (kimono de algodón) por la calle.
Aquí te dejo un pequeño video del ritual Yumomi, mediante el cual se enfría el agua de las fuentes termales en Kusatsu.
MONTE FUJI
El monte Fuji con 3.776 metros de altitud, es el pico más alto de Japón. Su cono es casi simétrico, de 30 km de base, está coronado por un cráter de 500 a 700 m de diámetro y una profundidad de entre 100 y 250 metros. Desde el año 781 se han registrado 16 erupciones, de las cuales, la mayoría han sido erupciones explosivas, la última erupción fue en el 1707. Después del surgimiento de los samuráis en el Japón feudal (siglos XII a XVI), se empezaron a emplear los caracteres chinos actuales para «Fuji». Fu (富) significa riqueza, mientras que ji (士) es «samurái». Finalmente, san (山) significa montaña, por lo que el nombre completo es Fujisan. Antiguamente los samuráis practicaban sus entrenamientos al pie del monte Fuji.
El monte Fuji es una montaña sagrada desde el siglo VII. El budismo lo venera por su forma que recuerda el botón blanco y los ocho pétalos de la flor de loto. Por todas estas razones, el monte Fuji estuvo prohibido a las mujeres hasta 1872: una capilla llamada Nyonin-don (refugio de mujeres) las permitía esperar a sus maridos, hermanos o hijos.


Actualmente es un conocido destino turístico, así como un destino popular para practicar el alpinismo. La temporada “oficial” para practicar el alpinismo dura desde principios de julio hasta finales de agosto. La ascensión al monte Fuji es relativamente fácil. El ascenso puede durar entre 5 y 10 horas y el descenso entre dos y cinco. La carretera está dividida en diez estaciones y acaba en la quinta estación, a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar donde llegan muchas excursiones en autobús.
En estas excursiones al monte Fuji también se incluye un paseo en barco por el lago Kawaguchi, que es el más famoso de los 5 lagos que se encuentran a los pies del Fuji y desde donde se tienen las mejores vistas de la montaña. El Lago Motosu, otro de estos 5 lagos es el que aparece en los billetes de 1000 yenes con el monte Fuji majestuoso en su orilla norte. Toda la zona alrededor de estos lagos está llena de hoteles tradiciones japoneses, los Ryokan. Y una de las mejores formas de experimentar la auténtica cultura japonesa es pasar al menos una noche en estos maravillosos hoteles. Si quieres saber como son y que es lo que te espera en un Ryokan, echa un vistazo a mi articulo: CONSEJOS PARA VIAJAR A JAPÓN. Vistas del Fuji desde el Onsen de nuestro Ryokan:

A las riberas del lago Sai se encuentra el tristemente famoso bosque de Aokigahara. Conocido como el Mar de Árboles, es un bosque de 35 km² conocido como el bosque de los suicidios. El turismo ha quedado limitado únicamente a zonas vigiladas y, aunque no está prohibido adentrarse al bosque, se colocan numerosas señales de advertencia en varios idiomas para ayudar a las personas que piensan en suicidarse a que busquen ayuda de familiares antes de dejarlo todo. Es el lugar en el que más gente se ha suicidado en Japón y el segundo en el mundo, después del puente Golden Gate ubicado en san Francisco.
PARQUE JIGOKUDANI
Es el parque conocido popularmente como parque de los macacos. Aquí viven unos 200 macacos que, en invierno (de diciembre a marzo), sobreviven a las bajas temperaturas y a la nieve gracias a las aguas termales naturales. La imagen más típica del parque es la de los macacos relajándose dentro de las aguas termales. Son el único primate, a excepción del hombre, que vive tan al norte y se les llama «snow monkey«.

Es bonito verles jugar, pelearse, quererse o cuidarse unos a otros. Naturalmente está prohibido tocarlos o darles de comer, recuerda que son animales salvajes. Durante la ruta de acceso al parque (30 minutos a pie) hay varios carteles, en los que nos explican la jerarquía del grupo, el sistema de machos-alfa, su alimentación y muchas otras cosas con fotos de la colonia pasada y actual, por lo que podemos aprender muchísimo durante la excursión.
BOSQUE DE BAMBÚ, ARASHIYAMA
Arashiyama se encuentra cerca de Kioto y se encuentra en una zona frondosa y boscosa rodeada por montañas. Literalmente significa montaña por donde cruza el río Oí. El bosque de bambú es la clave de este distrito, alrededor de 50 variedades de bambú habitan en el bosque Sagano Arashiyama, algunos superan los 20 metros de altura filtrando la entrada de los rayos de sol. El viento pasa entre los tallos de bambú dotando al entorno de un sonido particular, tal es así que los propios japoneses han votado este sonido como uno de “los 100 sonidos que hay que salvar de Japón”.

Al lado de este bosque se encuentra el templo Teryuji, 1 de los 5 templos zen más grandes de Kioto, que merece una visita sobre todo por su hermoso jardín Zen, que data del siglo XIV. El jardín posee un gran estanque que capta el reflejo de los árboles de arce y las grandes rocas de corte áspero de la periferia. Una particularidad del jardín es el uso de la técnica conocida como «shakkei», la cual incorpora al diseño del jardín elementos del entorno, en este caso las colinas sobre la cual se recuesta. Estas elevaciones se integran plenamente en el conjunto, y a pesar de que el terreno está dividido por el río Oi, que pasa por detrás del jardín. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994 por la UNESCO.
Todo lo anteriormente comentado son las principales atracciones dentro de la isla de Honshu y todas ellas visitables en tren. Pero si uno quiere saltar a otra de las 4 islas principales del país, recomendaría ir a la isla;
SHIKOKU
Shikoku es la más pequeña de las 4 islas. Se encuentra separada de Honshu por el Mar interior Seto. Se puede llegar a ella o bien en tren desde Okayama (donde se encuentra el jardín Korakuen) o en uno de los ferris que salen de la ciudad de Hiroshima y llegan a Matsuyama. Llegar en barco es una maravilla, se trata de una travesía de 2 horas y media, atravesando un hermoso paisaje de múltiples islas que quedan dentro del mar Seto (dentro de este mar hay unas 3.000 islas, de las cuales sólo 750 están habitadas). Este paisaje nos dará la mejor imagen de lo que es Japón, un archipiélago de más de 6000 islas.
Shikoku es una isla con mucha naturaleza, conocida por la famosa ruta de peregrinaje de los 88 templos que empieza o termina en Monte Koya, lugar donde nació el asceta budista Kobo Daishi y donde podremos ver la vida rural de Japón. El paisaje que podrás ver desde el ferri Hiroshima – Matsuyama es este:

Dentro de las atracciones más importantes a visitar en esta isla están:
MATSUYAMA
Es la ciudad más grande de la isla y que destaca por su castillo y por Dogo Onsen, una fuente termal conocida y utilizada desde hace 3.000 años. Pero también es una ciudad importante en el mundo literario japonés ya que Massaoka Shiki, el padre del haiku moderno, y el famosos novelista Natsume Soseki residieron allí. Este último situó en esta ciudad la historia de su novela más famosa, Botchan.
Es muy recomendado visitar los baños termales de Dogo Onsen. Este es el onse o baño termal más antiguo de Japón. Las pozas o piscinas termales están dividas por sexo y NO se utiliza bañador. Están dentro de un edificio de madera de tres pisos construido en 1894. Hay dos baños distintos y 4 opciones de precio.
- Kami-no-yu, es el baño mayor y el más famoso, decorado con mosaicos de garza.
- Tama-no-yu es el baño más pequeño y privado, adornado con azulejos sencillos.
Se puede tomar solo el baño o pagando un poco más se tiene derecho a un yukata (quimono de algodón) con el que subiremos después del baño al 2º piso donde tendremos incluido un té y una galleta de arroz o incluso pagando el precio máximo podremos tomar este té en una salada privada solo para nosotros en el tercer piso. Primero, antes de entrar en las pozas termales hay que lavarse bien en las duchas. Bañarse en un onsen no es solo tomar un baño, sino que para los japoneses es todo un ritual, este ritual lo podrás ver aquí: Como bañarse en un Onsen. Alrededor del Onsen de Dogo se extiende una amplia zona comercial.


En esta ciudad se encuentra también uno de los 88 templos de la ruta de peregrinaje de Shikoku. Esta ruta de peregrinaje es muy concurrida en Japón. Se trata de 1400 km que la mayoría realiza en bus con algunos tramos a pie, siguiendo el camino de Kukai o Kobo Daishi, quien realizó una peregrinación a los 88 templos menores de la isla en el siglo IX, con la esperanza que se le pegara algo de la magia y sabiduría de Kukai. Aquellos que desean expiar una falta grave completan el peregrinaje en sentido contrario y esperan encontrarse con el santo mientras caminan o en sueños.
En Matsuyama, podemos visitar el templo de Ishite-ji, un templo bastante peculiar y que no nos dejará indiferentes. Se trata un templo que tiene mucha simbología e incluso dentro del templo se encuentra una cueva oscura que simboliza el camino hacia la iluminación, pero que puede dar mucha angustia. Templo número 51 del camino de peregrinaje de Shikoku: Ishite-ji

KOTOHIRA
Este pequeño pueblo de montaña, donde se encuentra una de las atracciones más famosas de Shikoku, el santuario sintoísta Konpira-sa. Curiosamente a pesar de que este santuario está dedicado al dios de los marineros y pescadores, se encuentra sobre el monte Zozu de 521 metros de altura y hay que subir 1368 escalones para llegar hasta el templo principal. Los comerciantes llegaban a este templo para pedir protección para los barcos que transportaban sus mercancías. Por la escalinata que sube hasta el templo principal, nos encontraremos con muchas losas de piedra con escrituras grabadas que son donaciones de comerciantes y gente de negocios para pedir protección al dios del mar.

TAKAMATSU
Es otra de las principales ciudades de esta isla, es donde llega el tren desde Okayama. En esta ciudad se encuentra uno de los jardines japoneses más bonitos de Japón: Ritsurin-koen. Jardín de 16 hectáreas sin contar la montaña, elemento exterior que forma parte del paisaje. Los jardines datan de 1600 y fueron mandados a construir por el señor feudal de estas tierras, como lugar de paseo para disfrute del daimio.

Una de las imágenes típicas que podremos ver en Shikoku, serán los Ohenro: peregrinos de la ruta 88. Peregrinos solitarios vestidos de blanco que caminan de templo a templo. Van vestidos con prendas blancas que simbolizan la sinceridad del propósito y la pureza de mente. Llevan un pasaporte que es sellado en cada templo. El protocolo en cada templo suele ser casi el mismo: un golpe en la campana y un cántico de Sutra, para después pasar por el mostrador e inscribirse en el libro de los peregrinos que, escrito con bella caligrafía, detalla el nombre del templo y la fecha de la peregrinación. La ruta es de 1400 kilómetros y se tarda unos 60 días, aunque la mayoría de los peregrinos la suelen hacer en coche. En la foto de aquí abajo puedes ver dos Onhenro que van de peregrinaje por los 88 templos:

Espero te haya gustado esta entrada sobre Japón, hay mucho más que ver en este hermoso país, pero sin duda estas ciudades y templos que aquí te describo son los más importantes y los que no te deberías perderte en tu primer viaje a Japón, por eso el nombre: Lo esencial de Japón. Si ya has visitado Japón, déjame un mensaje comentando que otros lugares no te perderías en tu primer viaje por este país.
Espectacular artículo acerca de Japón. Enhorabuena Vanessa me lo he leído de cabo a rabo y esta genial.
Muchas gracias por tu comentario Carlos.