El tema de las Geishas y Maikos suscita mucha curiosidad. Mucha gente se pregunta si realmente existen de verdad y no saben a ciencia cierta cual es su función. Se tiende a comparar a una Geisha con una prostituta y estamos muy equivocados. Así que con esta entrada me gustaría aclarar alguno de los conceptos y curiosidad para saber diferenciarlas ¿Geishas o Maikos?. Y para demostraros que existen, mira las fotos que pude tomar de ellas cuando caminaban por las calles del barrio de Gion en Kioto.
Como os comentaba, mucha gente tiende a pensar que las geishas son prostitutas, pero nada más lejos de la realidad. Es cierto, que al acabar la Segunda Guerra Mundial y con la ocupación estadounidense su reputación se desplomó. Muchas mujeres japonesas sumidas en la pobreza se vieron obligadas a vender su cuerpo a los soldados americanos y estos llamaban geishas a cualquiera que llevará un kimono puesto. Se abrieron numerosos burdeles para los soldados extranjeros, pero no había geishas dentro de estos burdeles. La prostitución se ilegalizó en 1958 y de nuevo los barrios de geishas volvieron a florecer. Todavía quedan geishas y maikos pero hoy ya no superan el millar, cuando en el 1929 había 80.000 trabajando por todo Japón.
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Entonces, ¿cuál es el trabajo de geishas y maikos?
El trabajo de una geisha consiste, básicamente, en entretener a los clientes con su dominio de las artes y la conversación. Con gran conocimiento y educación, una geisha deberá poder hablar con sus clientes de absolutamente cualquier asunto, desde temas serios como política e historia, hasta chistes y bromas. Pero lo verdaderamente especial de una geisha es saber ver cuál es el estado de ánimo de sus clientes. Dependiendo del humor y del ambiente del banquete, actuará en consecuencia para relajar la velada y hacer que todos los invitados pasen un rato agradable.
Lo primero que hemos de saber es que una maiko es una aprendiz de geisha. Es decir, una joven que todavía está en periodo de aprendizaje para convertirse en una geisha.
De una maiko se espera básicamente que baile (de ahí su nombre: “chica que baila”, según los caracteres japoneses que forman la palabra) y que se deje ver, y aunque también se dedican a rellenar los vasos vacíos de sus invitados, su cometido no es el de entretenerlos en el mismo grado que una geisha. Uno de los grupos, que tuve la suerte de acompañar por Japón, contrató una Maiko para amenizar nuestra velada. Lo que me permitió poder hablar con ella y entender mejor la forma de vida de geishas y maikos. Aquí os dejo el vídeo del baile de la maiko:
¿El kimono lo llevan sólo geishas y maikos?
El kimono es la vestimenta tradicional japonesa que llevan no sólo maikos y geishas, sino también muchas mujeres japonesas en su vida privada. Dependiendo de su edad, visten diferentes tipos de kimonos: el kimono de tipo tomesode o kimono de mangas cortas y poco colgantes para las mujeres más adultas (es decir, las geishas) y el kimono de tipo furisode o kimono de mangas largas para las mujeres más jóvenes (casi siempre maikos). Las maikos son mucho más ostentosas y visten ropa mucho más colorida, mientras que las geishas son mucho más sobrias y llevan kimonos de colores pasteles y apagados.
Es difícil diferenciar a las geihas de mujeres tradicionales japonesas si no están maquilladas y no llevan peluca, es decir, si no están en su camino al trabajo. En ese caso, la geisha va vestida como cualquier mujer con kimono y la única forma de reconocerlas será por su elegancia y la naturalidad con que lo visten. A la maiko la vamos a reconocer más fácilmente debido a sus elaborados peinados, pues estas no utilizan pelucas sino su propio pelo. Aquí una foto de unas geishas dentro de una tienda de adornos para sus peinados:

¿Cual es su salario y quienes contratan sus servicios?
En la antigüedad se pagaban fortunas por la mera compañía de una cortesana y ellas se podían permitir el lujo de rechazar a algún cliente. Eran contratadas en las casas de té como maestras de ceremonias y mantenían entretenidos a los invitados con música, baile y conversación amena. Sólo los más poderosos podían pagar los servicios de una geisha. Hacia media noche, la geisha acompañaba al cliente entre risas y flirteos al burdel, donde este tenía ya una cita concertada y la geisha se retiraba.
Sus ingresos además eran complementados por la venta del mizuage. El mizuage consistía en vender al mejor postor la virginidad de una aprendeiz, o maiko (normalmente de 14 o 15 años de edad). Era la forma en la que una maiko se convertía en geisha. Más adelante, las geishas aspiraban a despertar el interés de un danna, una mezcla de mecenas y amante. Un danna costeaba el vestuario y las lecciones de su protegida y, si era lo bastante rico, adquiría una vivienda para ella. Mantener a una geisha era un símbolo de estatus en la alta sociedad japonesa.
Hoy en día, el mizuage está prohibido y las geishas aseguran que ya no se practica. Conseguir un danna es casi tarea imposible y sólo una selecta minoría sigue frecuentando las casas de té, donde trabajan las geishas. El precio que cobran las geishas dependerá de su caché, pero aproximadamente suele estar en unos 5.000€ por dos horas, que es lo que suele durar la ceremonia del té. Por lo general siguen siendo contratadas en las casas de té o por hombres de negocios para amenizar una velada. El turismo de alto nivel es una de las pocas salvaciones que quedan para este tipo de arte tradicional y conservador de Japón. El servicio de una maiko por dos horas es de unos 1.500 a 2.000€.
Como diferenciar a Maikos de Geishas
Como os comentaba más arriba, las maikos son las aprendices de geishas, jóvenes que aún están en la fase de aprendizaje. Es fácil reconocer si son Geishas o Maikos. Los peinados, kimonos y hasta el calzado y los adornos para el pelo son muy diferentes entre Geishas y Maikos. Algunas de estas diferencias requerirán un mayor esfuerzo visual, pero las grandes diferencias serán fácilmente reconocibles a simple vista.
El obi es una especie de cinturón o fajín ancho que todos los hombres y mujeres japoneses visten para atar y sujetar bien el kimono. Esta prenda es, quizá, una de las ayudas más fáciles y claras para distinguir a maikos y geishas rápidamente. Cuando está maquillada y vestida para ir a un banquete (es decir, cuando está trabajando), la maiko siempre viste un obi del tipo darari. Este tipo de obi es solo utilizado por maikos. El darari obi es muy ostentoso: mide unos seis metros de longitud (una vez hecho el lazo va desde casi la nuca hasta el suelo).
La geisha utiliza, por el contrario, un obi de tipo maru o fukuro, que cualquier mujer japonesa actual puede vestir. Estos obi son menos largos y anchos que el de la maiko (4 metros de largo) y se atan en forma de lazo de estilo taiko. Eso sí, por las mañanas, cuando la maiko hace sus recados o acude a clase, utiliza un kimono normal y normalmente lleva un obi de tipo fukuro atado con el tradicional lazo taiko. En la siguiente foto se puede ver muy bien las diferencias del obi Darari de las maikos y Obi fukuro de Geishas:

El obi-age es una pieza de tela de seda que evita que el obi se mueva y se sitúa justo por debajo del propio obi. En el caso de las maikos, esta prenda es de color rojo con algún diseño dorado o plateado y siempre sobresale un poco, tanto por encima como por debajo del obi. En el caso de las geishas, sin embargo, el obi-age es también de color rojo (aunque puede ser de algún color pastel suave, generalmente rosa o azul), sin diseños o dibujos y apenas es visible por encima del obi, de manera que casi siempre queda escondido.
Otra de las principales diferencias es el peinado. Las maikos se peinan con elaborados peinados con su propio pelo y las geishas utilizan una peluca a base de pelo natural hecha exclusivamente para ellas. Las maikos utilizan preciosos y numerosos adornos en el pelo, llamados kanzashi, mientras que las geishas normalmente adornan su peinado tan sólo con un peine y con un adorno aguja. Para no arruinar el peinado, las maikos duermen apoyando el cuello en una especie de cojín de madera , llamado takamakura. Durmiendo de esta manera, su cabeza no toca el suelo y así su peinado se mantiene más o menos intacto.

El calzado es, en teoría, otra de las diferencias más claras entre maikos y geishas. Las maikos calzan normalmente las okobo, unas sandalias de madera lacada o adornada de unos 10 centímetros de alto con un cascabel en el centro; las geishas utilizan las geta, también de madera pero menos altas que las okobo. Mira aquí puedes ver a una maiko caminado con las okobo, parece fácil si la ves:
Aunque la diferencia más importante, pero menos visual para nosotros, es el cuello del kimono, llamado han-eri, es un aspecto clave en la diferenciación entre maikos y geishas. La geisha siempre llevará el han- eri de blanco impoluto, mientras que la maiko lo llevará con bordados rojos. Eso sí, hay que tener presente que el grado de rojo que tiene el han- eri de una maiko varía según su juventud y conocimiento. Cuanto más joven y en las primeras etapas de su aprendizaje, el han-eri de una maiko será más rojo. Cuando una maiko está a punto de convertirse en geisha, en la última fase de su aprendizaje, puede ser que lleve un han-eri con bordados blancos, no rojos. Pero el cuello siempre llevará bordados, aunque estos sean blancos, a diferencia del cuello de la geisha, que nunca llevará bordados y será de un blanco puro y liso.
Cuando una maiko se convierte en geisha se realiza una ceremonia conocida como erikae, que consiste, entre otros rituales, en el cambio de cuello del kimono de la maiko. En la siguiente foto podemos observar el cuello completamente blanco de la geisha.

¿Cómo es el maquillaje que utilizan?
Tanto geishas como maikos se aplican una base de maquillaje blanco por toda la cara. Aunque las maikos dejan una fina línea sin pintar paralela al nacimiento del cabello, para evitar mancharse el pelo. Asimismo, todas las maikos se perfilan los ojos y se delinean las cejas con lápices de color negro y de rojo pasión. Ambas utilizan el rojo pasión para pintarse los labios, siempre por dentro de la línea natural (consiguiendo el efecto de unos labios más pequeños), pero mientras que las maikos más jóvenes dejan sin pintar de rojo el labio superior (que pintarán de pasta blanca, también), las maikos más experimentadas y las geishas se pintan ambos labios.
Una de las cosas que más llaman la atención en el maquillaje es que ambas se dejan una parte del cuello sin pintar de blanco. La zona de la nuca, llamada en japonés komata, es para los japoneses una de las partes más eróticas del cuerpo femenino, comparable a la sensualidad del escote en occidente. Dejan esta parte del cuello sin pintar para dejar claro que debajo del maquillaje hay una mujer real y para aumentar así su sensualidad.

¿Cuáles son las fases para llegar a ser una geisha?
Según las leyes japonesas actuales, la escolarización es obligatoria hasta los 16 años. Si una chica quiere convertirse en geisha, tiene que terminar primero los estudios. Luego pasara un primer año en la okiya o casa de geishas, donde va a realizar ciertas labores de sirvienta (como limpiar las habitaciones, hacer la compra y sobre todo, dedicarse a las maikos y geishas de la misma okiya). Durante este primer año deberán aprender a ser obedientes y acatar las normas y las jerarquías estrictas de la okiya. Además de esto, tienen que dejarse crecer el pelo bastante para poder hacerse los elaborados peinados de maikos. Se acuestan tarde, esperando a que las maikos y geishas de la okiya vuelvan de los banquetes y se levantan temprano para ir a la escuela y a las clases del kaburenjo.
Tras ese primer año, la chica se convierte en maiko. Una vez que es maiko, continuará estudiando durante cinco años cultura general para mejorar sus habilidades para la conversación y las principales tradiciones clásicas japonesas: poesía clásica, música tradicional, ceremonia del té, baile, etc. Entonces, pueden empezar a asistir a fiestas y banquetes y trabajar de forma parcial. Una vez completada su formación y convertidas ya en geishas, empiezan a reembolsar a la okiya el dinero gastado en su educación y manutención.

Cuando la chica pasa a ser maiko se realiza una ceremonia llamada omisedashi, parecida al san-san-kudo, que literalmente significa “tres veces tres” y que también es parte de la ceremonia sintoísta de matrimonio en Japón. Este ritual crea un vínculo profundo entre dos personas que no están relacionadas entre ellas y la geisha se convierte en la hermana mayor de la maiko. La maiko se convierte en un miembro público de la comunidad de geishas.
Pero aún debe continuar con su aprendizaje, de manera que no puede “entretener” del todo. Por ello, acompañará siempre a su hermana mayor (geisha) a todos los banquetes, para observar como trabajan las geishas y seguir aprendiendo. A partir de este momento dejará de asistir al instituto, pero continuará asistiendo a sus clases de arte tradicional. Y cuando la comunidad crea que la joven está lista, la maiko se convertirá, finalmente, en una geisha de pleno derecho. Normalmente a la edad de 20 o 21 años (o más joven si la okāsan considera que la chica es suficientemente madura), la maiko se convierte en geisha a través de una ceremonia llamada erikae (literalmente, “cambio de cuello”). La ceremonia de Erikae consiste en cambiar el cuello rojo del kimono interior de la maiko al blanco de la geisha. También cambiará el estilo del kimono.
El erikae es una ceremonia muy parecida al omisedashi (recordemos, ceremonia en la que una aprendiz se convierte en maiko). La recién nombrada geisha se dedica entonces a pasear por el hanamachi y a regalar unos dulces, llamados noshigami, por todos los establecimientos de importancia del distrito. Si la geisha ya tiene un danna (un patrono) este será el que asumirá los elevados gastos de vestuario. Sin embargo, actualmente esto es algo extremadamente inusual, y suele ser la okiya la encargada de crear el “vestidor” de la geisha, aunque no es obligatorio. Sin embargo, suele ser habitual que la okiya le regale o preste a la nueva geisha algunos de sus kimonos.
Espero te haya gustado esta entrada. Cuéntame si conoces alguna curiosidad más de las geishas y maikos. Hay tantas, que seguro que alguna se ha quedado en el tintero.