El legado colonial mexicano resulta tan imponente como extenso, con 26 sitios Patrimonio de la Humanidad. Las ciudades coloniales son la huella más importante de la influencia española durante el Virreinato de Nueva España. Se extiende de norte a sur, pero donde más testimonios de esta época vamos a encontrar es en los estados centrales. Donde se encontraba el llamado Camino de la Plata, que enlazaba la Ciudad de México con San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Morelia. Aquí encontraremos las ciudades del llamado Camino Real o Camino de Plata, fundadas entre 1531 y 1592. Algunas ciudades, como Guanajuato y Querétaro (1532) surgieron de la riqueza que se extrajo de la minería de la plata. Otras, como Valladolid, hoy Morelia (1541), Puebla (1531), Oaxaca (1521), Mérida (1542) y Pátzcuaro (1534) crecieron y cobraron importancia, como centros de administración y del comercio.
Todas estas ciudades comparten características similares: son ciudades barrocas, con iglesias ricas en retablos, colores y apabullante ornamentación; calles empedradas; casas con balcones, puertas y ventanas de corte español casi intactas. Y poseen una plaza en el centro, comúnmente denominada Plaza de Armas, alrededor de la cual se sitúan los edificios administrativos y religiosos más importantes.

Este recorrido por las ciudades coloniales mexicanas lo hice con un circuito de la empresa en la que trabajo. También, se podría hacer por tu cuenta utilizando el transporte público, pero, después de terminar el circuito, puedo asegurar que realicé un recorrido bastante completo y con tiempo suficiente en todas las ciudades que visité. Sobre todo, me encantaron las explicaciones de los guías de los que conocí mucho de la historia y la cultura de este país. Por ponerle una pega, me hubiera gustado pasar una noche en San Miguel de Allende, es en la única ciudad en la que me hubiera gustado quedarme más tiempo del que tuvimos.
El circuito visita, en una semana, la mayoría de las ciudades coloniales mexicanas: Morelia; Pátzcuaro (de la cuál no había escuchada hablar y que fue una gran sorpresa y que sin duda merece esa noche que pasamos en ella); Guadalajara con visita a Tlaquepaque, lago Chapala y Tequila; Guanajuato; Dolores Hidalgo; San Miguel de Allende y Querétaro. Se quedaron fuera Puebla y Zacatecas, que también son ciudades coloniales importantes. Puebla la podéis conocer en la entrada que tengo sobre MÉXICO PRECOLOMBINO, porque la visité hace unos años cuando viajé por mi cuenta por el sureste mexicano. Zacatecas lo dejo para cuando tenga oportunidad de visitarla, que espero sea pronto. Mis ciudades favoritas de este circuito fueron, sin lugar a dudas, Pátzcuaro, Guanajuato y San Miguel de Allende. En las dos primeras pasamos una noche, lo que permitió recorrer la ciudad de día y de noche.
La ventaja de ir en tour organizado es que no tendrás que preocuparte de dónde tomar el bus, dónde sacar los billetes, llegar a las estaciones, buscar hoteles…, en definitiva, aunque parezca que no, se ahorra tiempo y el tiempo es oro, es lo único que no se recupera. La desventaja es que quizás quieras quedarte más o menos tiempo en alguna de estas ciudades y el tour tiene un tiempo de visita estipulado. En el caso que lo quieras hacer por tu cuenta, todas estas ciudades están conectadas por autobuses urbanos. Para ver cómo hacer este recorrido por tu cuenta en bus, echa un vistazo a: CONSEJOS PARA VIAJAR POR MÉXICO
ÍNDICE
Pero, empecemos a ver lo que nos deparará cada una de estas hermosas ciudades coloniales mexicanas…
MORELÍA
La primera ciudad en la que paró nuestro recorrido fue en Morelia, capital de Michoacán, a cuatro horas en autobús desde Ciudad de México. El estado de Michoacán es conocido por la festividad del día de la muerte, las catrinas y la cultura indígena de los Purépecha y los Tarascos. Para conocer más sobre la festividad de los muertos, lee mi post sobre: CURIOSIDADES DE LA CULTURA MEXICANA.

El apogeo del imperio de los tarascos coincidió con el imperio Azteca, pero los tarascos siempre se las arreglaron para rechazar a los aztecas. La capital de Michoacán, es una hermosa ciudad con espléndidas edificaciones religiosas, teatros y palacios emblemáticos de la arquitectura colonial de México. Tiene tantas iglesias que muchas de ellas han sido convertidas en centro culturales, bibliotecas u hoteles. Te recomiendo ser curioso y entrar en algunos de los patios de estos hermosos edificios. Morelia se puede recorrer entera a pie en tan sólo 3 o 4 horas.
Esta ciudad era antiguamente conocida como «Nueva Valladolid», fue la primera ciudad de la Nueva España. En el siglo XIX recibió el nombre de Morelia en honor a José María Morelos y Pavón, una figura clave del movimiento independentista mexicano. También es llamada «la ciudad de la cantera rosa», pues todo el casco histórico está construido de la misma piedra rosada. Como dato curioso, el centro histórico de Morelia es el único que no tiene plaza mayor o zócalo de entre todas las ciudades coloniales mexicanas. Lo más destacado de su casco histórico es su majestuosa Catedral barroca, que data del siglo XVIII. En su interior se encuentra un impresionante órgano de 4600 flautas, es el más grande de México y uno de los más grandes del mundo. Gracias a esta joya, la ciudad de Morelia acoge anualmente un famoso Festival Internacional de Órgano en diciembre.

Alrededor de la catedral están sus calles con soportales, donde hay muchos restaurantes y cafeterías. Justo enfrente de la fachada principal podrás observar el Palacio de Gobierno de Michoacán, una bella edificación barroca del siglo XVIII, entra en su patio, que es hermoso. En la calle paralela, por detrás de la catedral, se encuentra el Antiguo Palacio de Justicia. Edificio del siglo XIX de líneas afrancesadas, dónde Miguel Hidalgo firmó en 1810 el decreto de abolición de la esclavitud en México.
A tan sólo 5 minutos a pie y en la misma calle de la catedral está el antiguo monasterio de la Compañía de Jesús, donde hoy se encuentra la Biblioteca de la Universidad de Michoacán, merece la pena echar un vistazo a su interior. Justo al lado hay otro hermoso palacio, el palacio Clavijero, hoy utilizado como centro cultural. En los soportales del lado oeste de este palacio se encuentra el Mercado de Dulces. En este mercado se pueden degustar algunas de las más de las 300 delicias de Michoacán. Si quieres conocer algo más sobre estos dulces puedes visitar el Museo del dulce, situado en la Avenida Francisco Madero, con 5 salas donde se cuenta la historia del dulce en México, desde su elaboración original artesanal en conventos y monasterios hasta la industrialización de la fabricación.


Por otro lado, por detrás del palacio de Justicia se encuentra el Mercado de Antojitos de San Agustín, una maravilla para el paladar. Allí podrás degustar alguno de los platos más tradicionales de la ciudad, como las corundas: unos tamales con queso y crema (a mí no me gustó mucho, pero para gustos los colores); la sopa tarasca, preparada con frijoles molidos, chile pasilla y puré de jitomate, y las enchiladas morelianas o placeras (muy ricas). Otra exquisitez local es el famoso gazpacho de Morelia, nada que ver con el nuestro de España, se trata de un vaso de fruta cortada en trozos pequeños, con zumo de naranja, queso y picante, ¡súper rico! Los puestos de gazpacho los encontraras por todas partes.

Muy cerquita de la catedral se puede visitar el antiguo convento de San Francisco, donde hoy se encuentra la casa de las artesanías. Se exponen y venden piezas artísticas de todo Michoacán, como: guitarras de Paracho (las que salían en la película de Coco), artículos de cobre de Santa Clara del Cobre (de donde, al parecer, era la mujer en la que se inspiraron para el personaje de Mamá Coco) entre muchas otras cosas. Es gratuito y merece la pena echar un vistazo para conocer un poco más de la cultura de esta región.
Caminando por la hermosa calle Francisco Madero se llega a la fuente de las Tarascas y aquí comienza el acueducto de Morelia. Un imponente acueducto levantado en el siglo XVIII para surtir de agua a la ciudad. Fue edificado para sustituir el rudimentario canal construido como sistema de suministro en el siglo XVI y está formado por 253 arcos de medio punto, con alturas que superan los 9 metros. El acueducto de 1.700 metros prestó servicios hasta 1910. A 500 metros de esta misma fuente se encuentra el santuario de Guadalupe de Morelia. Es increíblemente hermosa por dentro, ¡no te pierdas su interior! Para llegar hasta ella, recorre la calzada peatonal Fray Antonio de San Miguel que comienza en la fuente Las Tarascas y llega hasta la plaza Morelos, donde se encuentra el Santuario y la estatua ecuestre del patriota Morelos.


PÁTZCUARO Y ISLA JANITZIO
Aproximadamente a una hora en bus se encuentra la bella ciudad de Pátzcuaro. Esta ciudad tiene un hermoso casco histórico, donde destacan imponentes edificios coloniales. Si conoces la película animada de Coco, verás que Pátzcuaro tiene mucha similitud con el pueblo que recrean, y es que está inspirada en este pueblito. Pasea sin rumbo por sus calles, te harán pensar que has retrocedido en el tiempo.

Su plaza principal es Vasco de Quiroga, una de las plazas más bonitas de México, flanqueada por espléndidas casonas virreinales del siglo XVII. Estos edificios son actualmente hoteles, restaurantes y tiendas. A tan solo 100 metros se encuentra la segunda plaza en importancia de la ciudad. Esta plaza recibe el nombre de una heroína local que murió fusilada en 1818 por apoyar al movimiento independentista: Plaza Getrudis Bocanegra. En esta plaza se encuentra la antigua iglesia San Agustín, transformada hoy en una hermosa Biblioteca.

Desde la Plaza Getrudis Bocanegra sale una hermosa calle que te llevará hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Salud en la cima de una pequeña colina. En el interior de esta iglesia destaca la imagen de la Virgen de la Salud elaborada con pasta de caña de maíz. Otra escultura de pasta de caña digna de admirar es la de un Cristo del siglo XVI que se encuentra en el templo de San Francisco.

Esta técnica de construir imágenes con pasta de caña de maíz es la artesanía tradicional de Pátzcuaro, cuyos orígenes se remonta a la época prehispánica y era utilizada para la representación de deidades purepechas, hoy en día se sigue utilizando para la elaboración de imágenes religiosas. En la casa de los 11 patios podrás observar cómo se hacen estas figuras. Increíble lo poco que pesan, son elaboradas con la pulpa de la caña de maíz, nopal y bulbos de orquídea silvestre. La casa de 11 patios fue erigida como convento dominico en 1740 y hoy es un laberinto de tiendecitas de artesanía típicas de Michoacán, donde se puede ver trabajar a los artesanos.

La verdad que Pátzcuaro me encantó y sobre todo recorrerla al atardecer, cuando comienzan a encenderse sus farolas y le da un aspecto mágico a la ciudad. Además, nuestro hotel, hotel Misión centro histórico, era un hermoso edificio que había servido como convento en la antigüedad. ¡¡Precioso!! Me fije que muchos hoteles de Pátzcuaro ocupan antiguos edificios históricos, no pierdas la oportunidad y alójate en uno de estos edificios, son hermosos. En la noche sigue conociendo la rica gastronomía de esta región, para ello entra en alguno de los muchos restaurantes que hay en la plaza principal y atrévete con unas Enchiladas placeras.


Antes de llegar a Pátzcuaro, el tour nos paró para hacer recorrido en lancha por el Lago de Pátzcuaro y conocer la isla más grande y visitada de este lago, que es Janitzio. El paseo es bonito, la isla es una colina y en lo alto se encuentra una gigantesca estatua de piedra del héroe de la Independencia, José María Morelos. Desde arriba se obtienen unas bonitas vistas del lago y en el interior de la estatua hay murales que hablan sobre la vida de este héroe mexicano. La subida hasta la estatua de Morelos es por lindas calles estrechas con bastante inclinación y muchos escalones, llenas de tiendas de recuerdos. La isla es bonita, pero si no dispones de mucho tiempo, ve directo a Pátzcuaro, merece mucho más la pena. Y como te decía arriba, no te pierdas el anochecer en Pátzcuaro, es precioso.



LAGO DE CHAPALA
En nuestro camino hacia Guadalajara, capital de Jalisco y el estado del tequila y de los mariachis, paramos en el Lago de Chapala. Se trata del lago más grande de todo México, situado a sólo 45 minutos de Guadalajara. Chapala, el mayor asentamiento a orillas del lago, se puso de moda como lugar turístico cuando el presidente Porfirio Díaz empezó a pasar sus vacaciones aquí entre 1904 y 1909. Hoy, es un lugar muy visitado por los Tapatíos (gentilicio utilizado para los habitantes de Guadalajara) como lugar de vacaciones y balneario. Es un lugar tranquilo, con un bonito paseo a la orilla del lago, lleno de restaurantes. Una de las botanas (picaderas) típicas de esta zona, son unos pescados pequeños que habitan esta zona, «charales». Estos se sirven fritos con sal, limón y chile, los vienen ofreciendo en bandejitas por todo el malecón.

También puedes tomar una lancha desde el malecón para llegar hasta la Isla de los Alacranes, centro espiritual, ubicada en el centro del Lago de Chapala, aproximadamente a 15 minutos. Pero lo que no puedes dejar de hacer es probar una nieve (helado) de garrafa, una especialidad en el Lago de Chapala. Las encontraras a la venta por todo el malecón.

GUADALAJARA
En Guadalajara sería recomendable quedarse dos noches para conocer no sólo el centro de la ciudad, que como verás no es demasiado grande, sino también sus alrededores, como Tlaquepaque, el pueblito de Tequila y el lago Chapala. Esta ciudad es la segunda más grande de México con más de 4 millones de habitantes, pero el centro histórico es pequeño y se recorre en poco tiempo. Guadalajara, y en general el estado de Jalisco, ha contribuido notablemente a la cultura mexicana, destacando la música de los mariachis, el tequila, el sombrero charro, las charreadas (rodeos) y el «baile del sombrero mexicano».
La mayoría de sus monumentos se encuentran en lo que se conoce como La Cruz de Plazas. Se trata literalmente de una cruz formada por cuatro plazas y que en su centro tiene la Catedral de Guadalajara. Aunque esta formación geométrica sólo se puede apreciar en su totalidad contemplándose desde el aire. Una de las plazas es la plaza de la Constitución, también conocida como la plaza de Armas, se ubica al sur de la cruz. En ella encontramos el Palacio de Gobierno, en el que se encuentran las oficinas del gobierno y en su interior se pueden ver interesantes murales socialistas del artista José Clemente Orozco. La entrada es gratuita.

Al oeste está la Plaza de Guadalajara, pequeña plaza donde se puede disfrutar del día a día de los habitantes de la ciudad y donde está situada la fachada principal de la Catedral. Desde esta plaza salen diferentes excursiones hacia los distintos atractivos que quedan cerca de la ciudad: Tequila, Tlaquepaque o las visitas guiadas por la ciudad. La Catedral es el monumento más emblemático de la ciudad y, por tanto, uno de los lugares que ver en Guadalajara. Sus torres son de estilo neogótico, aunque su fachada es más barroca y en general su estructura es muy bella. Vale la pena entrar para descubrirla también por dentro.

Al norte está la rotonda de los Jaliscienses Ilustres. una plaza en la que se pueden ver las esculturas de 16 personajes ilustres del estado de Jalisco. Los restos de seis de ellos se encuentran enterrados bajo la rotonda. Finalmente, al este de la Catedral nos encontramos con la Plaza de la Liberación, una de las plazas más conocidas de la ciudad, en la que se encuentran el Palacio Legislativo, el Palacio de Justicia y el Teatro Degollado. El teatro Degollado es la sede de la Orquesta Filarmónica de Guadalajara. Por detrás del teatro sale el paseo peatonal Hospicio o andador, como llaman ellos a las calles peatonales.
Este andador te llevará hasta la plaza Tapatía, y al fondo se encuentra el Instituto Nacional Cabañas. Construido por el famoso arquitecto Manuel Tolsá. Este lugar fue un hospicio o albergue de huérfanos por más de un siglo. Actualmente es uno de los símbolos de la ciudad de Guadalajara y la sede del Instituto Cultural Cabañas. Merece mucho la pena visitarlo, dentro se encuentran increíbles murales de José Clemente Orozco. El museo cuenta con tours a lo largo del día, los cuales recomiendo ampliamente ya que te explicarán a detalle los murales y su historia. Horario: De martes a domingo de 10:00 a.m a 18:00 p.m Costo: Adultos, $70 pesos


Al lado del hospicio se encuentra el mercado San Juan. Es el mercado techado más grande de Latinoamérica con más de 3.000 puestos repartidos en tres pisos. Aquí podrás encontrar de todo, pero de todo, desde ropa, televisiones, muebles, juguetes, puestos de comida, etc… Para comer te recomiendo las famosas y típicas tortas ahogadas, que consisten en un bocadillo relleno de carnitas y que precisamente va bañado o ahogado en una salsa picante (o no). Se sirve generalmente con cebolla arriba. ¡Está muy rico!. Mírate en la entrada GASTRONOMÍA MEXICANA para poder conocer un poco más de la rica comida de este país.

Ya que te encuentras en la cuna de los mariachis, acercare a Casa Bariachi. Es un local con aspecto de granero, donde se puede beber y comer, disfrutando todas de espectáculo de mariachis. Es un sitio divertido, donde acuden muchos mexicanos para pasar un rato divertido.
Otro de los lugares que merece la pena visitar desde Guadalajara es Tlaquepaque. En tiempos pasados Tlaquepaque era considerado una villa independiente, hoy forma parte de la zona metropolitana de Guadalajara. Es uno de los lugares de mayor tradición artesanal en cerámica y alfarería del país. La zona turística de Tlaquepaque gira entorno al Jardín Hidalgo. Desde aquí recomiendo caminar la calle Independencia llena de una gran variedad de galerías de arte y tiendas de artesanías y diseño. Es un lugar muy agradable para caminar e ir entrando en cada una de sus tiendas. ¡No podrás resistir la tentación de hacer algunas compras para consentirte!

Al lado del parque se encuentra el Parián, un edificio con soportales lleno de bares, donde poder sentarte a probar una cazuela, bebida típica jalisciense, una mezcla de diversos cítricos como naranja, limón y toronja, servidos con hielo y una generosa porción de tequila. El Parián fue fundado alrededor de 1878 como un tianguis (mercado callejero) para la venta de artículos entre los pueblos indígenas de la zona. A sólo 2 cuadras por detrás del Jardín Hidalgo, se encuentra el Centro Cultural El Refugio. Se trata de un antiguo hospital que ahora es un centro cultural dedicado al arte, donde se pueden ver diferentes exposiciones.

TEQUILA
Hay muchos lugares que visitar en los alrededores de Guadalajara, pero entre ellos el más característico es el pueblo mágico de Tequila, donde nace la famosa bebida mexicana del mismo nombre. Este pueblo se encuentra en una región que ha sido reconocida como la Ruta del Tequila, donde podrás ver campos enteros sembrados de agave y muchas fábricas de tequila. Lo principal de visitar este pueblo es conocer alguna de las destilerías que se encuentran aquí.
Yo visité las instalaciones de unas de las marcas más reconocidas de tequila en el mundo: José Cuervo. Su fábrica se llama la Rojeña, se trata de una fábrica pequeña (su principal producción no es aquí), pero el tour que hacen es muy recomendable. En él recorrerás las instalaciones acompañado de un guía, donde te mostrarán la historia y el proceso de elaboración del Tequila. Y por supuesto al final del tour habrá una cata de lo que es considerado el oro jalisciense. Dedica algo de tiempo para pasear por este pueblo. Es un pueblo tradicional mexicano, con colores vibrantes, atmósfera relajada y una plaza principal pintoresca. Para conocer la leyenda y la historia sobre el tequila, te recomiendo que entres en la entrada de GASTRONOMÍA MEXICANA.

GUANAJUATO
Desde Guadalajara, continuamos nuestro tour hasta la capital del estado de Guanajuato: Guanajuato. Este estado ha sido uno de los más ricos de México gracias a sus minas de plata, oro, hierro, plomo, cinc y estaño. Durante dos siglos (XVII y XVIII), entre el 30 y el 40% de la plata de todo el mundo se extraía en Guanajuato. La ciudad Guanajuato, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es sin lugar a dudas uno de los lugares que más me han gustado de México. Es una visita imprescindible en el recorrido de México Colonial, no solo por su increíble colorido y ambiente, sino también por su arquitectura, con impresionantes casas virreinales.
Lo mejor es empezar tu visita a Guanajuato desde el mirador, donde se encuentra el monumento a El Pipila. El héroe que prendió fuego a las puertas de la Alhóndiga el 28 de septiembre de 1810, consiguiendo que el ejército de Hidalgo consiguiera la primera Victoria del movimiento por la independencia. Si quieres conocer más sobre la historia de este episodio histórico visita la Alhóndiga. Es bastante interesante para conocer sobre la Independencia Mexicana. Después de ver las hermosas vistas de la ciudad, toma el funicular para bajar al centro histórico. Guanajuato no es muy grande, se puede caminar en un par de horas. Es totalmente recomendable pasar al menos un día completo y una noche en esta ciudad. Es una ciudad perfecta para dar rienda suelta a tu cámara y hacer miles de fotos.

El funicular te deja justo detrás del Teatro Juárez. Es el teatro más famoso de la ciudad y uno de los lugares turísticos imprescindibles a visitar. Dedícale unos minutos para conocer su majestuoso interior, que merece realmente la pena. El horario es de 10 a 13:45 y de 17 a 19:45, de martes a domingo y el precio es de 35 pesos

Este teatro está ubicado en el Jardín de la Unión, punto de reunión de muchos lugareños y uno de los lugares más animados de la ciudad. Y justo al lado del teatro y en la misma plaza se encuentra el Templo de San Diego de Alcalá, desde donde salen por la noche los recorridos conocidos como «callejoneada». La Callejoneada es un recorrido nocturno y divertido por los callejones minúsculos de la ciudad, acompañado por un grupo de la tuna (estudiantina) de la universidad de Guanajuato. El recorrido tiene varios horarios: 7, 8:15 y 9 de la noche, puedes negociar el precio y conseguir el paseo por 100 pesos. Si lo quieres hacer, asegúrate de tomar el que empieza justamente en la puerta de la iglesia de San Diego. Hay varios grupos, pero dicen que ese es el mejor y la verdad que a mí me gusto, fue divertido.

Desde el jardín de la Unión, caminando hacia la derecha (con el teatro a tus espaldas) por la calle Sopeña, llegarás a la iglesia de San Francisco, desde donde salen hermosos callejones como el Callejón del Calvario y el Callejón Potrero que no puedes perderte. Del lado izquierda de la iglesia de San Francisco, sale el callejón del Campanero, que pasa por debajo del puente del Campanero y llega hasta la plaza Allende, donde está el teatro Cervantes y un imponente monumento de Don Quijote y Sancho Panza. ¿Y por qué este gran monumento de Don Quijote y Sancho a este lado del Atlántico? Bueno, pues porque el mayor festival de cultura de la ciudad, que tiene lugar en octubre, está dedicado al escritor español Miguel de Cervantes y conocido como Festival Internacional Cervantino.
Regresa de nuevo al parque de la Unión y camina en sentido inverso para llegar a la Plaza de la Paz. Esta plaza es otro de los centros neurálgicos de la ciudad. En la plaza de la Paz, se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato. Esta basílica es la más famosa de Guanajuato, no solo por encontrarse en su interior la patrona de la ciudad, sino también por su increíble arquitectura y color amarillo, visible desde la mayoría de puntos de la ciudad y que, a día de hoy, podríamos decir que se ha convertido en el símbolo de la ciudad y en una de las imágenes por las que es conocida la ciudad de Guanajuato.

Desde aquí acércate hasta el Templo de la Compañía de Jesús, lugar en el que actualmente se encuentra la famosísima Universidad de Guanajuato. El edificio de la universidad es reconocido desde casi toda la ciudad por sus muros blancos y sus almenas. Este edificio del 1950 es, al igual que la Basílica de Nuestra Señora, uno de los iconos de la ciudad de Guanajuato. Continúa callejeando y acércate desde aquí a la Casa de Diego Rivera. En esta casa nació, en 1886, Diego Rivera y su hermano gemelo (este murió con dos años) y la familia vivió aquí hasta que se trasladó, seis años más tarde, a Ciudad de México. En el interior está el mobiliario de la familia Ribera, del s. XIX, y algunos cuadros y bocetos del artista. Horario de 10 a 18:30 de martes a sábado. Precio: 35 pesos por persona.
Continúa caminando para pasar por el bello callejón Cantarito hasta llegar a la agradable Plaza de San Fernando. Es una de las plazas más bonitas de la ciudad, llena de terracitas, en donde sentarte a tomar una cerveza. Después de un momento de relax en la plaza de San Fernando, dirígete hacia la Plaza de los Ángeles y continua hasta el famoso Callejón del Beso. Este callejón es el más estrecho de Guanajuato, en el que podrás ver como en uno de los tramos prácticamente se juntan dos balcones, uno enfrente del otro. La leyenda del beso te la contaran de una forma muy amena en el recorrido de la «callejoneada» en la noche. Generalmente hay mucha fila para entrar a este callejón, te recomiendo lo pases de largo y lo observes desde la otra entrada del callejón, donde se ve mejor y sin gente.



A pocos metros del Callejón del Beso se encuentra el Mercado Hidalgo, otro de los lugares que no puedes perderte, ya sea para probar alguno de los platos típicos de la gastronomía mexicana o para comprar algo de artesanía. Justo enfrente al Mercado Hidalgo, se encuentra la Alhóndiga, donde se produjo la primera victoria rebelde en la guerra de la Independencia de México. Es recomendable visitar la Alhóndiga para conocer más de esta historia, que es bien interesante.
Una vez hayas terminado este primer paseo conociendo los lugares imprescindibles de Guanajuato, vuelve a caminarla de nuevo, esta vez sin rumbo y disfrutando del encanto y el color de esta increíble ciudad. Busca la plazuela de San Roque, una de las plazas más bonitas. Esta ciudad te enamorará y sin duda volverás a recorrerla una tercera vez más a la luz de la luna, momento en el que se viste de gala.

DOLORES HIDALGO
Nuestro tour continuó hacia Querétaro pasando por varios pueblecitos. El primero donde hicimos parada fue en Dolores Hidalgo, a tan solo 40 minutos de Guanajuato. Dolores Hidalgo no es generalmente visitada en los tours por México, excepto por mexicanos que quieren conocer la cuna de la Independencia Nacional. Es más bien un pueblo histórico que un lugar turístico.
En él se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores donde tuvo lugar el Grito de Dolores, hito simbólico de la Independencia de México. La fachada del templo es muy conocida por los mexicanos, ya que se encuentra en un billete de curso legal. En la plaza principal, además de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, se encuentra también La Casa de las Visitas, una hermosa casona colonial que fue originalmente la Casa del Diezmo. Cuenta con balcones barrocos y hospeda a los distinguidos personajes que van a Dolores en ocasión del aniversario de la Independencia. A pocos minutos de la plaza principal esta la casa-museo donde vivió Miguel Hidalgo durante el período que fue cura de la ciudad. La casa contiene mobiliario de época, con algunos objetos que pertenecieron a Hidalgo.
Esta parada en Dolores Hidalgo sólo tiene sentido históricamente y si quieres visitar la casa de Hidalgo o si eres fanático de José Alfredo Jiménez (cantautor y escritor de muchas canciones famosas de Chavela Vargas o Luis Miguel) y quieres conocer la casa donde nació y vivió gran parte de su vida. Si no, la verdad que la ciudad no tiene mayor atractivo y mejor dejar tiempo para otra.

SAN MIGUEL DE ALLENDE
Antes de llegar a San Miguel de Allende hicimos una breve parada en el Santuario de Atotonilco. Fundado en el año 1740 como retiro espiritual y con una historia muy curiosa. Atotonilco es conocido por ser el lugar de peregrinación de muchísimos penitentes, que vienen hasta aquí en Pascua. Además de por esta peregrinación, Atotonilco es conocido por sus increíbles murales, por lo que se le conoce como la «Capilla Sixtina» y que es uno de los grandes motivos para hacer esta visita.
Pero realmente la joya de este día fue San Miguel de Allende. Es una ciudad muy pequeña, donde la atracción principal es la propia ciudad y caminar sin rumbo por sus calles coloridas, observando sus casas coloniales. Hoy las grandes casonas del siglo XVIII han sido ocupadas por galerías de arte, restaurantes y cafés. Es la ciudad donde nació otro de los grandes héroes de la independencia mexicano: Ignacio Allende. Aunque el nombre de la ciudad es debido a su fundador, Fray Juan de San Miguel, al principio era conocida como San Miguel Grande, pero más tarde adoptó el apellido de Allende, como homenaje al héroe de la independiza que dio esta ciudad.

Durante tu paseo por la ciudad, pasarás varias veces por su principal atractivo: la Plaza Principal, conocida como El Jardín. Es el centro neurálgico de la ciudad y punto de reunión de los habitantes. En esta plaza se encuentra la iglesia más bella de la ciudad, según los lugareños, San Miguel Arcángel, con fachada y torres de estilo neogótico que sobresalen a las de las demás Iglesias que hay en la ciudad. En la capilla a la izquierda del altar principal se encuentra la imagen del Cristo de la Conquista, muy reverenciado en México, y que fue hecha en Pátzcuaro con masa de caña de maíz en el siglo XVI. Desde el Jardín sale la calle Canal hacia el este y la calle San Francisco hacia el oeste.
Sobre la calle Canal encontrarás el Templo de la Concepción, Se trata de la iglesia con la cúpula amarilla que sobresale entre el resto de las construcciones de la ciudad, en la que puedes ver un impresionante altar y un interior increíblemente adornado. El convento, en la parte posterior, es actualmente un centro cultural de arte.

Al oeste del Jardín, sobre la calle San Francisco, se encuentra otra de las muchas iglesias que tiene la ciudad, el Templo de San Francisco. Justo detrás de esta iglesia está la plaza de la Soledad o plaza Cívica que fue el centro político durante los siglos XVI y XVII, debido a que sus terrenos albergaban las Casas Reales, la alhóndiga y la cárcel, por consecuencia fue la primera Plaza Mayor. Hoy aquí podemos ver dos iglesias más: El Templo de la Salud, conocido por la peculiar forma de concha que se puede ver en la parte superior de la entrada, además de su cúpula de azulejos amarillos y azules, también visible desde muchos puntos de la ciudad. Y el Oratorio de San Felipe Neri, con varias pinturas en las que se muestra la vida de Felipe Neri, quién fundó la orden del Oratorio.

Te recomiendo caminar hasta el final de la calle San Francisco, donde se encuentra la capilla del Calvario y desde aquí subir la calle Salida Real a Querétaro, que te llevará a un mirador sobre la ciudad. Es una calle con bastante inclinación de subida, pero las vistas recompensaran el esfuerzo. Luego regresa al centro, bajando por la calle Huertas que dejastes a tu derecha justo antes de llegar al mirador. Esta calle te llevará hasta la calle Aldana, desde donde comenzarás a disfrutar de unas perspectivas únicas de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Hacer todo este recorrido, visitando el interior de las diferentes iglesias y a un paso tranquilo, no te llevará más de dos horas, ya que los puntos más importantes están muy cerca unos de otros. Después dedica el resto de tu tiempo a sentarte en uno de los bancos del Jardín y a ver únicamente la vida pasar o a curiosear por sus hermosas tiendas.
Me hubiera gustado pasar una noche en San Miguel de Allende, creo que, al igual que Guanajuato, tiene que ser espectacular iluminada. Además, según he leído San Miguel de Allende tiene mucha fama por sus cantinas tradicionales en las que conserva su peculiar ambiente, puertas de dos hojas batientes y decoración charra que recuerda a las películas antiguas mexicanas. Si puedes, acércate a la Cantina El Manantial (Calle de la Barranca 78) abierta desde 1920, siendo la más antigua de la ciudad. O a la Cucaracha, conocida popularmente como La Cuca y que fue locación de varias películas de la época dorada del cine mexicano. Si pasas por alguna de ellas, déjame saber, para ver si merece la pena volver y conocer sus cantinas.



QUERÉTARO
Desde aquí continuamos nuestro tour a la ciudad de Querétaro, capital del estado homónimo, donde pasamos la última noche del circuito por el México Colonial. Su centro histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Se encuentra a tan solo 2 horas y media de Ciudad de México o a una hora de San Miguel de Allende. Su centro histórico está muy animado en las noches, cuando sus hermosas plazas se llenan de vida. El monumento emblemático de Querétaro es su acueducto, construido en 1735. Es impresionante, con sus 74 arcos, aunque me gustó mucho más el de Morelia. Éste se puede ver prácticamente entero desde el mirador que se encuentra detrás de la iglesia de la Santa Cruz.

Querétaro se caracteriza por ser un lugar religioso y en cada esquina del Centro Histórico, se encuentran templos e iglesias que, con su gran arquitectura, llaman mucho la atención. Pero la más majestuosa, es sin duda, el Templo de la Santa Cruz, detrás de ella se encuentra el último Arco del Acueducto y el Mirador de la ciudad.

Naturalmente en esta ciudad también encontramos una Plaza de Armas. Es una plaza arbolada y rodeada de deslumbrantes edificios virreinales del siglo XVIII y casonas, que conviven con restaurantes, cafés y hoteles. Una de las cosas que destaca en esta plaza es la casa de la Corregidora, hoy convertida en el Palacio de Gobierno. Casona, que a finales del siglo XVIII fue residencia y oficina de los corregidores de Querétaro. Aquí se dieron las “reuniones literarias” que gestaron la Independencia, presididas por la Corregidora doña Josefa Ortíz de Domínguez.
Desde la plaza salen diferentes andadores (calles peatonales), como el andador 5 de mayo, el andador 16 de septiembre o el andador Libertad que llevan hasta la calle Corregidora (la avenida principal de la ciudad), donde se encuentra la plaza de la Constitución y el Jardín Zenea. El Jardín Zenea es un buen lugar para disfrutar de diversas actividades culturales, además de poder observar a las personas de la tercera edad bailar danzón.
En esta ciudad, también, se encuentra el Cerro de las Campanas, lugar emblemático, ya que ahí fue fusilado el emperador Maximiliano de Habsburgo y los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía.
Como comentaba al inicio de este post, fue un viaje muy completo donde conocí las principales ciudades coloniales de México. Desde Querétaro puedes seguir tu recorrido por este hermoso país, desplazándote hacía el sur para conocer las regiones precolombinas mexicanas, Oaxaca, Chiapas o tomar un vuelo a Cancún y conocer algunas de las playas más hermosas de la península del Yucatán. Echa un vistazo a estas dos entradas: MÉXICO PRECOLOMBINO Y RECORRIDO POR YUCATÁN, para saber cómo poder seguir descubriendo y disfrutando de México.
Muy buena información. Excelente blog!
Vanessa: Mis felicitaciones, por este blog esta muy interesante con buena info, no muy extensa, asi que no es cansadora, hermosas fotos, y tu vision de Guia hace que sea distinta volvere a recorrer (con tus comentarios y fotos) Japon que fue un viaje muy bueno de tu mano como guia, tienes un seguidor
Muchas gracias Oscar y Alicia. Me alegro que os haya gustado, espero traeros pronto algún destino nuevo para recorrer aunque de momento toque recorrerlos desde el sillón.
Fantástico de principio a fin me has vuelto ha transportar al destino
Muchas gracias por tu comentario Carlos. Me alegro que te haya gustado. México es un país que da mucho juego, un país que enamora y con muchos rincones que recorrer.
Conozco casi todo México, así que leerte fue revivir esos lugares¡¡¡ gracias por describirlos también
Muchas gracias por tu comentario Caro. La verdad que es un país fascinante, mágico y con muchísima histórica. Un país donde se puede volver una y otra vez, porque siempre se conoce algo nuevo.
Faltó que visitara la Ciudad de México, ojalá pronto!
Hola Aida. Si aún me falta hacer el articulo de Ciudad de México. He estado tres veces distintas en esta ciudad y la verdad que es una ciudad que enamora y espero poder volver de nuevo algún día. En breve dejaré el artículo sobre Ciudad de México, ojala que lo puedas leer para darme tu opinión. Muchas gracias por dejar tu comentario.
Voy a México todos los años y amo este país y sus gentes. !Me encanta como describes su historia y su encanto!
Muchas gracias Vidal, como bien dices es un país hermoso y al que es difícil no amar. Es un país que cautiva por todos sus lugares hermoso que conocer y por sus hermosas y coloridas tradiciones.
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He pasado este fin de semana en Guanajuato, Dooores Hidalgo y San Miguel de Allende y tengo que decirte que siguiendo tus indicaciones ha sido súper fácil. Todo muy claro, conciso y sobre todo muy interesante. El próximo fin de semana iré a Morelia y me seguiré guiando con tu Blog. Bravo Vanessa!
Muchas gracias, me alegro mucho que te haya servido y te haya ayudado para descubrir y disfrutar de esta maravillosa ciudad. Morelia también es maravillosa, si puedes y tienes tiempo haz una escapada a Pátzcuaro, queda muy cerquita y merece la pena.