El viaje a Patagonia fue suerte del dado. Teníamos varios destinos y no sabíamos cual escoger, todos nos gustaban, así que decidimos echarlo a suerte, cogimos un dado y pusimos un país a cada cara del dado. Además de Argentina, teníamos: Perú, Vietnam, India y Brasil, mientras que el 6 significaba tirar de nuevo. Y el dado rodó y después de salir el 6 y volver a tirar, tocó: Argentina.
Estos países son muy grandes y quisimos concentrarnos sólo en la Patagonia, decidiendo volver en un futuro para conocer el norte de Chile y Argentina. Como en la Patagonia hace mucho frío, elegimos ir del 17 de enero al 5 de febrero (2007) que son los meses más calurosos de estos países. Una vez que tuvimos destino y fechas, sacamos el vuelo Madrid – Buenos Aires – Madrid por poco más de 570€. (precio económico al sacarlo con 4 meses de antelación y porque nos amoldamos a los días en que los vuelos estaban más económicos).
Así que unos 4 meses más tarde aterrizábamos en Buenos Aires. No llevábamos nada contratado excepto el vuelo de ida y vuelta a Madrid; al principio pensábamos quedarnos en la capital durante unos días y luego ir a Tierra del Fuego pero, estando en el aeropuerto, preguntamos por vuelos a Ushuaia y conseguimos uno para ese mismo día, así que decidimos marcharnos sin visitar Buenos Aires por el momento, ya volveríamos al final del viaje. Pero por si te quieres adelantar, aquí te dejo mi post sobre la visita de Buenos Aires.
Es conveniente reservar este vuelo con antelación, nosotros tuvimos suerte al encontrar un buen vuelo a nuestra llegada, pero veréis más adelante que no tuvimos tanta suerte para salir de Ushuaia.
Tomamos un avión que nos llevó directamente a Ushuaia, ciudad que se encuentra en Tierra de Fuego, el territorio habitado más meridional del mundo, Consiste en una gran isla (Isla Grande), dividida de forma irregular entre Chile y Argentina, así como de muchas otras menores. Cuando los europeos navegaron por primera vez por el estrecho de Magallanes (que separa Isla Grande de la Patagonia peninsular), podía verse el fuego procedente del pueblo indígena de los Yámana, hoy en peligro de extinción. Al llegar a Ushuaia buscamos alojamiento para esa noche. Nos quedamos en la Hosteria Kupanaka, un pequeño hostal precioso que tenía algunas habitaciones con baño privado y otras más económicas con baño compartido, nuestra intención era coger baño compartido, pero cuando llegamos solo quedaban habitaciones con baño privado que eran algo más caras, así que sólo reservamos una noche, dejamos nuestras cosas y nos fuimos a recorrer la ciudad de Ushuaia. Esta ciudad se encuentra entre el canal de Beagle y una cadena de montañas de hilo que alcanzan los 1.500m de altitud.

Ushuaia, es una ciudad pequeña que se recorre en un par de horas, pasando por sus edificios principales, como la Legislatura Provincial que fue residencia oficial del gobernador, la iglesia de la Merced, la casa Beban que acoge exposiciones de arte local y la antigua cárcel nacional, terminada en 1920 y clausurada en 1947 y que alberga actualmente el Museo Marítimo y el Museo del Presidio, mostrando cómo era la vida en el penal. El escritor Ricardo Rojasand y, el mismísimo, Carlos Gardel fueron algunos de los presos que estuvieron recluidos en esta prisión. También merece la pena pasear por su puerto, que es el principal punto de enlace con la Antártida. Aquí encontrarás varias compañías marítimas para reservar la típica excursión de medio día o día completo por el canal Beagle y visitar a los pingüinos magallánicos y los lobos marinos. Es una excursión muy recomendada y merece la pena realizarla.
Nosotros contratamos una excursión de 6 horas a Isla Martillo, ésta salía de Ushuaia a las 2 de la tarde, así que por la mañana recorrimos de nuevo la ciudad y sobre todo gastamos el tiempo visitando todas las agencias de viaje para encontrar la manera de salir de Ushuaia. Queríamos salir en bus hacia Punta Arenas esa misma noche, pero estaba todo completo, preguntamos por bus, coche, avión, barco…, cualquier cosa que nos sacará de Ushuaia hacia Calafate o Punta Arena, pero todo estaba completo, no había manera de salir. ATRAPADOS EN USHUAIA, jajaja. Finalmente conseguimos un vuelo a Calafate, pero para el día siguiente.
Vistas del Canal de Beagle desde la isla Martillo
Sin preocuparnos por el alojamiento de esa noche, que no teníamos reservado, nos fuimos de excursión. Salimos de Ushuaia a las 2 de la tarde en bus por la ruta nº3, que tiene unas maravillosas vistas panorámicas y luego embarcamos hacia la isla Martillo, hogar de una colonia de pingüinos magallánicos. Aquí hay unos 1.000 nidos de estos pingüinos y también una pequeña colonia de 9 parejas de pingüinos gentoo (Pygocelis Papua), la única en América del Sur. En isla Martillo hicimos un paseo de más o menos una hora. Fue maravilloso, pudimos caminar entre los pingüinos, llegando a estar muy cerca de ellos y aprender más de ellos, como que los pingüinos de Magallanes, autóctonos de la Patagonia y Tierra de Fuego, tienen unas 27 plumas por cm2. Después navegamos de vuelta a la Estancia Harberton, en el continente, donde tuvimos tiempo libre para explorar un rancho tradicional y finalmente volver a Ushuaia a media tarde. La Estancia Harberton fue la primera en ser fundada en Tierra de Fuego en 1886, por lo que cuenta con la casa más antigua de la isla.
Durante el trayecto disfrutamos de un paseo junto a los “árboles bandera”
Árboles bandera de camino a la isla Martillo.
Al volver de la excursión, decidimos ir a un bar con vistas al canal de Beagle para celebrar que nos quedábamos una noche más en Ushuaia. Elegimos Café de la Esquina, un local con amplios ventanales y maravillosas vistas, recomendado por la Lonely Planet. Estábamos celebrando y riendo sin darnos cuenta que las horas pasaban, de repente miramos el reloj y… ¡eran las 12 de la noche! No nos habíamos dado cuenta de la hora, ya que al ser verano no oscurece, tan sólo hay un par de horas oscuras en toda la noche. El problema no era que fuesen las 12 de la noche, sino que habíamos olvidado que no teníamos habitación reservada para esta noche. Habíamos dejado nuestras mochilas guardadas en recepción sin reservar nada. Antes de salir del bar, decidimos tomar otra cerveza y empezar a divagar sobre dónde dormiríamos si el hostal estuviese lleno para: se nos ocurrió el aeropuerto o incluso en la iglesia, jajaja… Por suerte llegamos al hostal y tenían sitio para nosotros.
Vistas desde el «Cafe de la Esquina» tomando una cerveza y olvidando que no teníamos reserva de habitación para esa noche.
Comenzaba nuestro tercer día en Argentina (19 de enero) y aún nos encontrábamos en Ushuaia, así que decidimos hacer una excursión al parque de Tierra de Fuego antes de coger el avión a El Calafate. Tierra de Fuego fue el primer parque costero de Argentina y se extiende junto al canal de Beagle. De sus 62.000 hectáreas, sólo 2.000 están abiertas al público. Se puede llegar en autobuses que salen varias veces al día entre las 9 y las 18:00 de la esquina de Maipú con 25 de mayo. Desde la entrada al parque, donde te deja el bus, hay varios senderos para recorrer. Nosotros recorrimos la Senda Pampa Alta (5 km) que asciende por un monte, donde hay unas vistas muy chulas y luego pasa junto a un dique creado por los castores traídos desde Canadá. Realmente, la introducción de castores en esta parte de Argentina supuso un desastre ecológico, ya que los castores hicieron un daño irreparable a la vegetación de la zona, talando cientos de árboles y desviando arroyos con sus diques. Aún así, el paisaje del parque es muy bonito, dominado por ríos, bosques y bahías, pero con medio día es suficiente para dar un paseo por el parque y recorrer algunos de sus senderos.

Por la tarde cogimos vuelo a Calafate, en la famosa zona de la Patagonia. Patagonia esta formada por varias provincias del sur de Argentina y está separada de su homónima chilena por los Andes, cordillera lo suficientemente alta para que las tormentas del Pacifico descarguen la mayor parte de su humedad sobre la parte chilena. Los Andes, dentro de Argentina, van desde la frontera con Bolivia hasta el Atlántico sur, donde muere la cordillera. Su punto más alto es el Cerro Aconcagua con 6.962m de altura.
El Calafate es una ciudad que vive del turismo, pues representa el punto base para ir a conocer el Parque Nacional los Glaciares. La ciudad no tiene demasiado atractivo y es bastante cara en comparación con el resto de Argentina. Al llegar nos ofrecieron varios alojamientos, pero todos nos parecieron muy caros y decidimos ir a buscar por nuestra cuenta, así que comenzamos a andar y al poco tiempo encontramos una casa particular en la que alquilaban habitaciones. Era la casa de un señor mayor, que para sacarse un dinero extra alquilaba dos habitaciones dentro de su casa, en una habitación estaba un grupo de jóvenes israelitas y en la otra nos quedamos nosotros. La habitación no tenía nada más que un colchón con sabanas y una ventana con cristal roto, pero para pasar dos noches sería suficiente. No somos de los que pasamos mucho tiempo en la habitación, así que con poca cosa nos vale, soltamos nuestras cosas y nos fuimos a tomar unas cervezas y cenar por el pueblo. Cuando llegamos notamos ruido en la habitación de al lado y por tanto cerramos la puerta de la casa, ya que nos dijeron que la cerraran los últimos que llegaran. Pero a media noche, y casualmente justo cinco minutos después de despertarnos sobresaltados por una pesadilla en la que alguien intentaba entrar por la ventana, empezaron a golpear nuestra ventana rota y nos quedamos casi paralizados del susto. Resulta que del grupo de israelitas se habían quedado fuera 2 de ellos y, en vez de llamar a sus compañeros, nos llamaron a nosotros para que les abriéramos la puerta.
Por la mañana nos levantamos temprano para ir al Perito Moreno, que se encuentra dentro del parque Nacional Los Glaciares. Este parque esta dividido en norte y sur, al norte se encuentra el famosos cerro Fitz Roy y al sur esta el Perito Moreno. El Perito Moreno es una de las zonas de hielo más dinámicas y accesibles del mundo, situado a 80 km de El Calafate. Tomamos una excursión de día completo, donde nos llevaron primero al Puerto Bajo de las Sombras, ubicado a 5 km antes de llegar al glaciar, aquí embarcamos para cruzar el Brazo Rico y fuimos acercándonos al mayor de los 356 glaciares que se encuentra dentro del parque Nacional de los Glaciares. El Perito Moreno mide 35 kilómetros de largo, 5 de frente y sus picos de hielo superan los 60 metros de altura y esta situado sobre el lago Argentino.

Desembarcamos en un bosque precioso, donde nos esperaban los guías y con ellos comenzamos a caminar por el bosque hasta llegar al glaciar Perito Moreno, donde nos colocaron los crampones y comenzamos un bonito paseo de hora y media sobre el hielo donde pudimos ver grietas, sumideros y pequeñas lagunas y donde aprendimos cosas muy interesantes de los glaciares. Este paseo lo terminamos con un vaso de wisky y hielo procedente del mismo glaciar.
Wisky con hielo del glaciar
Y para terminar esta excursión nos llevaron a las pasarelas y miradores desde donde se puede observar, oír y fotografiar el glaciar mientras enormes trozos de hielo se derrumban sobre el agua. Hay 3 kilómetros de pasarelas a diferentes niveles y, bajando por ellas, se llega a los balcones más bajos y cercanos al glaciar. Algo realmente espectacular y difícil de explicar son los sonidos; es realmente alucinante el escuchar la explosión de agua cuando caen los gigantescos pedazos de hielo y el crujir constante de esa enorme masa de agua helada. Uno de los espectáculos más inusuales de la naturaleza se debe a su avance, que es de 700m/año, este avance termina por taponar a manera de represa el paso del Brazo Rico del lago, y con ello provoca el aumento del nivel de las aguas del Brazo Rico, que comienza a hacer presión sobre los hielos del glaciar. En primer lugar, se crea un túnel con una bóveda de más de 50m por donde las aguas del Brazo Rico continúan pasando hacia el lago Argentino, pero la erosión causada por el agua provoca finalmente el derrumbe de la bóveda. Me imagino como debe ser esta explosión, el año que nosotros estuvimos no se produjo este derrumbe, pero si pudimos ver esta bóveda y la caída de trozos de hielo de la bóveda. Es muy difícil asistir a este espectáculo ya que no se puede predecir, aunque los últimos años se viene produciendo con una media de 4 años y medio. Aquí os dejo el enlace de uno de los últimos derrumbes del “puente” del Perito Moreno.

Esos colores azules que se ven son las partes más compactas del hielo, cuanto más compacto este el hielo mayor es el trayecto que debe recorrer la luz y más azul se ve el mismo. Las áreas menos compactas tienen burbujas de aire que absorben las ondas largas de la luz blanca.

El día 21 enero, continuamos nuestro viaje cruzando hacia Chile. A las 8 de la mañana, tomamos un bus desde el Calafate a Puerto Natales que tardó unas 4 horas, cruzando el paso fronterizo, y desde aquí otro bus de 2 horas que salía a las 14:30 para llegar hasta el Parque Nacional Torres del Paine. Este parque presenta una gran variedad de entornos naturales: montañas (entre las que destacan las del cerro Paine con 3.060 m), valles, ríos, lagos y glaciares. En el 2013, este parque fue seleccionado como la octava maravilla del mundo. La palabra «paine» significa azul en la lengua de los indios tehuelche. Aquellos que deseen visitar este parque tienen que llevar ropa de abrigo, porque aquí la temperatura rara vez sube de los 16ºC (enero, mes más caluroso del año) y suele haber fuertes vientos durante todo el año. En ocasiones pueden alcanzar ráfagas de hasta 150km/h, tal como sucedió el 16 de octubre de 2016, cuando un bus volcó producto del viento. También a tener en cuenta que es un lugar muy caro, creo que es el lugar de acampada más caro donde he estado en mi vida, mucho más caro que acampar en Suiza o Islandia, recomendable llevar saco de dormir si se va a dormir en tienda de campaña y comida para pasar unos días. También existen refugios donde poder dormir, pero si dormir en tienda de campaña ya era caro, no quiero ni saber lo que cuesta dormir en un refugio.

IMPORTANTE: desde el 2016 es obligatorio contar con reservas para pernoctar en los campamentos, por tanto, es aconsejable visitar la página web del parque que te dejo aquí: PARQUE DEL PAINE. Además en esta página encontrarás mapa oficial del parque con las rutas, horarios de los buses que salen desde Puerto Natale o Punta Arenas, así como precios y servicios actualizados.
Después de pagar la entrada del parque en Administración (todos los parques se pagan y la entrada para extranjeros cuesta el doble que a los nacionales, pero merece la pena visitar estas maravillas naturales), caminamos un rato por un hermoso paisaje de lagos para llegar hasta Pudeto, donde hicimos una travesía de 30 minutos en barco por el lago Pehoé y llegamos al refugio del lago del mismo nombre. Nuestra idea era recorrer desde aquí la famosa ruta “W”, ruta que recorre en 4 días los principales puntos del parque. En esta área de acampada alquilamos una tienda de campaña para dos noches. Nosotros llevábamos nuestros propios sacos de dormir y algo de comida, como pan y embutido para hacer sándwiches, pero no teníamos hornillo para cocinar algo caliente, así que comíamos sándwiches por el día y cenábamos caríiiiisimo en los refugios por la noche. Nuestro segundo día en el parque caminamos el sendero de 8 horas ida y vuelta por un paisaje espectacular hasta llegar al mirador del glaciar Grey, el tercer día la idea era continuar con la ruta “W” y llegar andando hasta el refugio y área de acampada de los Cuernos, a 5 horas andando, pero el día se levantó diluviando y completamente nublado con pocas posibilidades de disfrutar del paisaje bajo esa lluvia, así que decidimos volver en barco a Pudeto y tomar un bus hasta el Refugio las Torres, donde volvimos a alquilar una tienda de campaña para pasar otras dos noches. Continuamos al día siguiente con una ruta de 8 horas hasta el Mirador de las Torres del Paine. Realmente vale la pena el esfuerzo, porque es uno de los lugares más espectaculares que yo he visto. Finalmente, en nuestro quinto día en el parque volvimos a Pudeto en bus, donde hicimos otra ruta de 2 horas a pie hacia el mirador de los Cuernos y a la cascada del Gran Salto, antes de tomar el bus que nos volvería a llevar a Puerto Natale. Aunque no pudimos hacer la ruta “W”, que era lo que teníamos pensado, pudimos ver los principales atractivos del parque: glaciar Grey, Torres del Paine y Cuernos del Paine, además de los guanacos que pastan en las estepas abiertas sin inmutarse de los humanos y vehículos que pasan cerca de ellos. Según nos informamos, los guanacos siempre se encuentran cerca de las lagunas salobres, pues sus aguas están cargadas de los minerales que necesitan para resistir las bajas temperaturas y la altitud. También pudimos divisar algún que otro cóndor.
Cuernos del Paine Glaciar Grey Guanacos Camino hacia las torres del Paine Torres del Paine Glaciar Grey Cascadas del Gran Salto Disfrutando de la lectura en un hermoso paraje
En Puerto Natale embarcamos en el ferry Navimag, se trata de un ferry de vehículos, pasajeros y ganado que, durante 4 días y 3 noches, recorre los fiordos chilenos de la Patagonia. Aunque nosotros reservamos este ferry mientras cambiamos de bus cuando llegábamos del El Calafate e íbamos a Torre del Paine, seria conveniente reservarlo con más tiempo si se quiere estar seguro de tener espacio, ya que estos ferréis tienen capacidad máxima para 220 pasajeros. Se puede reservar directamente en NAVIMAG. Reservamos dos camas en un camarote de 6 personas durante 4 días. Se trata de un ferry y no un crucero, nada de lujos, compartíamos barco con vacas y ovejas, además de varios turistas alojados en los diferentes camarotes múltiples y con desayuno, almuerzo y cena incluido. No hay mucho confort, ni intimidad, pero es una forma espectacular y auténtica de recorrer los fiordos de la Patagonia. Además, durante la travesía se hacen charlas sobre la flora y fauna de la región, cine, karaoke y bingo, que hacen los días en el ferry más entretenidos. Te recomiendo que, antes de embarcar te aprovisiones de bebidas y snacks para tu trayectoria, nosotros compramos botellas de vino y algunas patatas y chocolate para pasar esos cuatro magníficos días en el Navimag. Lo bueno de hacer el recorrido en este ferry y no en un crucero lujoso (que también los hay) es que vas con gente local y puedes interactuar con ellos y aprender de más sobre la zona.
El recorrido es desde Puerto Natales a Puerto Montt, y por el camino observamos maravillosos paisajes de fiordos, pasando por Angostura White, el paso más estrecho de la ruta con sólo 80 metros de ancho, incluso en algún que otro punto el barco se acerca a los glaciares, que vierten enormes bloques de hielo al mar. También se hace una parada en Puerto Edén en donde se encuentra la última población de indígenas Alacalufes de Chile, esta ciudad se halla en la isla Wellington, una de las más grande del país y forma parte del Parque Nacional Bernardo O`Higgins, que es el mayor parque nacional de Chile. Según se entra a la isla Wellington se pueden ver numerosos glaciares y cascadas, cormoranes y con suerte también podréis ver algún cóndor.
Bloques de hielo al lado del barco Puerto Eden Glaciares en el paisaje por los fiordos Chilenos Angostura White
Barco de carga “Capitán Leonidas” se encuentra encallado en el Canal Messier desde los años 70 y actualmente es utilizado como faro de navegación y punto de referencia para los navegantes.

Al llegar a Puerto Montt, tomamos un bus hasta el lago Petrohué, un área de gran belleza natural y aldeas que parecen importadas de la región alemana de Baviera. Desde aquí visitamos el parque Nacional Vicente Pérez Rosales, que es el parque chileno más antiguo. El parque esta rodeado por tres imponentes volcanes nevados, el más impresionante es el volcán Osorno (2660 m). El parque fue fundado en 1926, es atravesado por los saltos del río Petrohué y conmemora la figura de Vicente Pérez Rodales, comisionado en 1850 para organizar el asentamiento de los alemanes.
En el interior del parque se encuentra el río Petrohué con hermosos saltos de agua. El parque es fronterizo con Argentina, y nuestra intención era cruzar a Argentina a través del lago Todos los Santos desde Petrohué a Peulla, pero lamentablemente fue imposible, los precios que nos querían cobrar por llevarnos a Peulla eran desorbitados. Nos juntamos con otras dos parejas, unos suizos y unos checos para intentar negociar el precio hacia Peulla, pero no hubo manera, nos querían cobrar más de lo que pagamos por los 4 días que pasamos en el Navimag desde Puerto Natales a Puerto Montt. Así que finalmente decidimos irnos a Frutillar a dormir y allí tomar al día siguiente un bus que nos llevaría hasta Bariloche, de vuelta a Argentina. San Carlos de Bariloche es la puerta de entrada a un área de bosques milenarios, hermosos lagos de origen glaciar y picos majestuosos.

En Bariloche alquilamos un coche y durante 4 días recorrimos Bariloche y la Región de los lagos. Esta zona es uno de los destinos más atractivos de Argentina para esquiar, caminar, escalar, pescar, nadar y en definitiva, disfrutar del espectacular paisaje de montaña y de los cientos de lagos de origen glaciar que le dan el nombre a esta zona. Bariloche es la ciudad más grande de la región de los lagos, una ciudad hermosa por el paisaje que la rodea y por sus bellos edificios de madera y piedra. El parque Nacional Nahuel Huapi, es una preciosidad, el lago Nahuel surgió de un antiguo glacial de más de 100 km de largo y más de 500 km2 de superficie Los dos primeros días le dedicamos a recorrer la ciudad de Bariloche y el Parque Nacional Nahuel Huapi y los otros dos días hicimos el recorrido de los Siete lagos, pasando por San Martin de los Andes, pequeña ciudad junto al lago Lácar, recorriendo la ruta RN234 (carretera de tierra y piedras) conocida como la ruta de los Siete Lagos, que discurre pasando por Villa la Angostura y va pasando por numerosos lagos andinos. La verdad es que fueron unos días de descanso, buen comer y hermosas vistas.

Para salir de Bariloche, decidimos tomar un bus hasta Buenos Aires. Ya sé: ¡¡¡qué barbaridad!!! Realmente queríamos atravesar la Pampa, aunque gran parte del trayecto lo hicimos de noche, también pudimos ver algo durante las 20 horas que duró el viaje en bus entre Bariloche y Buenos Aires. La Pampa es el corazón agrícola de Argentina. Forma una llanura regular de loes (limo o arcilla de grano muy fino) y sedimentos fluviales y su falta de relieve hace que sea vulnerable a las inundaciones de los escasos y pequeños ríos que la cruzan. Es normal ver guanacos, que es el mamífero más abundante de toda esta zona.
Y así llegamos hasta la capital: Buenos Aires, una ciudad moderna y llena de energía. Una ciudad que vibra tanto de día como de noche y que tiene una amplia oferta turística. Para conocer esta hermosa ciudad son necesarios al menos 3 días. He tenido la suerte de poder visitarla en varias ocasiones y te aseguro que repetiré en cuanto pueda. Pincha en Buenos Aires si quieres saber que no deberías perderte de esta ciudad, según mi criterio.
Un gusto para el paladar:
Cuando se trata de cocina nacional, la palabra clave en Argentina es “ternera”. Es impresionante ver la cantidad de cortes de ternera que tienen en Argentina. Por lo general suelen hacer esta carne a la brasa y condimentarla sólo con sal. Se puede pedir: Bife de chorizo que es corte del cuarto trasero, es jugoso. Bife de costilla, Bife de lomo, más fino y tierno suele ser como un bistec de solomillo. Asado de tira, estrecha tira de las costillas. Por general en los lugares que estuve ponen la carne muy hecha, así que, si la quieres al punto o medio, es recomendable decir poco hecha o sangrienta. Si la quiere bien hecha suficiente con pedir la carne y ya está. Asimismo, no debéis perderos la salsa chimichurri para acompañar la carne, que suele llevar aceite de oliva, ajo y perejil. Luego tienen mucha comida con influencia italiana, ya que tiene mucha población de origen italiano, de hecho, se dice que el 97% de los argentinos tiene ascendencia europea (italiana, española, británica, croatas, alemanes, ucranianos y otros). Por eso hay un gran número de pizzerías y restaurantes italianos por todo el país. En el Palacio de la Pizza que se encuentra en la calle Corrientes y cerca de la calle Florida es uno de los lugares con mayor fama por sus pizzas, la verdad, que están muy ricas y sobre todo son gigantes. Su cerveza más bebida es la Quilmes y esta buenísima.

Libros para leer:
Como sabéis, me gusta leer libros que tengan algo que ver con la historia del país que voy a visitar. En el caso de Argentina hay muchos que se podrían leer; algunos de los que yo recomendaría serían: Escritos y testimonios, de Monica Szurmuk, son relatos de viajes escritos por mujeres que visitaron Argentina entre 1850 y 1930. Diarios de Motocicleta: relato de viaje de Ernesto “Che” Guevara por Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Perú y Colombia. Patagonia Express, de Luis Sepúlveda. Un Secreto para Julia, de Patricia Sagastizábal, que nos habla de la dictadura militar en Argentina a través del drama intimo de una madre y una hija.

CUANDO IR:
Hay que tener muy en cuenta en que época del año decidís visitar Argentina, y a que parte del país vais, como os comento el país es muy grande y, por ejemplo, en verano en la Patagonia se necesita ropa de abrigo, mientras que en el resto del país necesitaréis pantalones cortos y camisas de tirantes. No es necesario visado, ni para Chile ni para Argentina. Tampoco es necesario ninguna vacuna para visitar estos países. El precio de alojamiento, comida y de las diferentes atracciones varía bastante dependiendo de la fluctuación del peso argentino (moneda muy inestable). Chile tiene precios más estables que Argentina, pero también es bastante más caro que este, sobre todo las Torres del Paine, que como os indicaba es uno de los lugares más caros en los que he estado acampando.
Este es mi gran viaje pendiente. Espero que algún día pueda coger este blog para realizarlo🤞🤞🤞🤞
Sí, anímate!! Es una zona preciosa, con mucha naturaleza y la comida estupenda. Ahora mismo Argentina está muy barata, no seria mal momento para lanzarte a viajar.
Me ha encantado!